Columna de Iván Cerda: El Ajedrez político del PRI

En una olla de grillos se ha convertido el Partido Regionalista Independiente Demócrata PRI y cuarta fuerza política de Chile Vamos dada la abrupta salida del Clan Salas que según los mas conocedores y cercanos al nivel central habría usado el partido durante mucho tiempo como una verdadera pyme familiar para el acomodo y beneficio de sus más cercanos. Tanto la Vocería de la nueva cúpula jerárquica como su máximo líder el brillante Abogado, destacado político y ex Senador de la República Don Hugo Ortiz de Filippi quien reside en Valdivia y proclama ser un verdadero regionalista han declarado reiteradas veces que el partido no está dividido y que la nueva directiva ha sido ratificada reiteradas veces por el Servel en toda su legitimidad.  A pesar de ello pareciera que una fracción rebelde justamente radicada en Santiago busca afanosamente volver a la dirección, boicoteando y desmereciendo a las regiones en su capacidad de manejar el poder. El ímpetu, la experiencia y el liderazgo de Ortiz de Filippi es capaz de manejar con holgura y firmeza una fuerza política que se pretende fortalecer reagrupando a la centro derecha y a una importante fracción liberal errante y huérfana de conducción que busca tenazmente acortar las brechas de la polarización nacional y contribuir al gobierno con el talento y la capacidad de su gente. La señal más concreta y definitiva la dio recientemente el Servel reconociéndolos como únicas autoridades del Partido y recibiendo conjuntamente el apoyo y la invitación del ministro del interior para integrar el Comité Político en el Palacio de la Moneda, señal definitiva para zanjar la disputa. La conducción de un regionalista asegura y contribuye ampliamente hacia la descentralización de Chile y al mismo tiempo convoca amablemente a sumar con un gran proyecto de la centro derecha liberal para nuestro País.