Senador Huenchumilla y nuevas alertas por contaminación de agua potable en Labranza: oficia a Superintendencia y pide informar sobre la situación actual de sanitaria Aguas San Isidro
El senador Francisco Huenchumilla (DC) solicitó al Senado el envío de un oficio formal al superintendente de Servicios Sanitarios, Jorge Rivas Chaparro, a fin de que informe “cuál es la situación actual de control, fiscalización y procesos sancionatorios a la empresa de servicios sanitarios Aguas San Isidro”, empresa encargada del suministro de agua potable en la localidad de Labranza, en el contexto de antiguas y nuevas denuncias que siguen apuntando a contaminación en el agua potable.
En el documento formal, el parlamentario justificó la gestión dado que “la Superintendencia de Servicios Sanitarios detalló en septiembre de 2020, vía oficio, distintas medidas a este respecto, tales como el seguimiento constante a la calidad de servicio de la sanitaria, o la exigencia de un plan de acción a dicha empresa para garantizar la calidad del agua potable; anuncios a pesar de los cuales, la comunidad del sector sigue acusando problemas”, recalcó.
Detalle
Al respecto, el parlamentario DC fue enfático en señalar que “aquí parece haber un problema persistente, que no ha cesado, y que significaría un riesgo sanitario cierto para los vecinos de Labranza. Por lo menos desde enero de 2020, si no mucho antes, estos vecinos se vienen movilizando. Varios denuncian haber enfermado por beber agua contaminada, pero persisten versiones cruzadas entre ellos, la empresa sanitaria y la superintendencia del ramo ”, señaló.
“En la misma línea, este senador envió en julio de 2020 una carta formal a la SISS, pidiendo informar las medidas de investigación que se hayan tomado al respecto, así como las alternativas para que esta situación no se repita a futuro”, acusó.
“En esa misiva detallé que en los últimos 12 años, la empresa acumuló seis sanciones en el ítem ‘calidad de servicio’, recibiendo multas entre 10 y 25 UTM, por aspectos como ‘incumplimiento de instrucciones` o `deficiencias en el tratamiento de aguas servidas’. Al responder, la SISS detalló la toma de medidas. Hoy, la pregunta es por qué persisten las denuncias”, aseveró.
Pandemia
En el oficio, además, el parlamentario detalló que la gestión se realiza “en virtud de la crisis sanitaria que vive el país por causa de la pandemia del Covid-19, situación que exige medidas de higiene para la prevención de dicha enfermedad; y además, por los riesgos sanitarios adicionales a que se ven expuestos las personas, al recibir suministro de aguas potencialmente contaminadas”, se lee en el documento.
“Esta situación, de cara a la ciudadanía y a los vecinos de Labranza, es atendible sobre todo desde un punto de vista ético. ¿Qué explicación le damos a los vecinos, que siguen reclamando problemas concretos por la contaminación de su agua potable? ¿Hasta cuándo es posible hacerlos esperar? ¿Qué les queda pensar a ellos? ¿que son vistos por la autoridad como ciudadanos de segunda categoría?” concluyó.