Parlamentarios buscan que el comercio entregue gratis a lo menos una bolsa biodegradable

Al respecto los senadores Carmen Gloria Aravena y Francisco Chahuán indicaron que el proyecto buscar corregir omisión de la normativa vigente y devolver la dignidad a cientos de personas que han debido incluso llevar sus productos en las manos.
Con bolsas de papel y envoltorios de diario en las manos, los senadores Carmen Gloria Aravena, Francisco Chahuán, Manuel José Ossandón, Álvaro Elizalde y José García Ruminot explicaron la iniciativa que pretende corregir la omisión que contiene el proyecto de Ley vigente hace dos meses y que prohíbe la entrega de bolsas plásticas.
El proyecto de ley presentado por los parlamentarios busca la obligatoriedad de entrega por parte de los supermercados y retail de a lo menos una bolsa o unidad de empaque biodegradable.
Al respecto, la senadora Carmen Gloria Aravena explicó que la iniciativa surge a raíz de un abuso que se ha visto por parte del comercio establecido. “Cuando se prohibió la entrega de bolsas plásticas nunca se pensó que las empresas no entregarían siquiera un envase. Se pretendía eliminar el plástico, pero no tener que salir con los productos en las manos. Pedimos que no les cobren la bolsa de papel a los clientes, la cual antes se entregaba de manera gratuita y así volvamos a recuperar la dignidad del consumidor”.
En la misma línea, el senador Francisco Chahuán, explicó que: “Lo que ha ocurrido es que los supermercados y retail han ahorrado a costa de los consumidores. Este proyecto de ley busca terminar con una omisión que tuvimos quienes trabajamos para eliminar las bolsas plásticas del comercio y la idea es poder establecer que al menos se entregue una bolsa biodegradable”.
De acuerdo a cifras del Ministerio de Medio Ambiente, durante el año 2018, se consumieron cerca de 3.400 millones de bolsas plásticas al año, por tanto más allá de proteger efectivamente al Medio Ambiente, la normativa vigente desde el 3 de febrero ha beneficiado a los establecimientos de comercio, que no sólo ahorran por el enorme presupuesto que significaba tener que proveer al público de bolsas plásticas, sino que, además, muchos de ellos han generado el negocio de vender sus bolsas de género u otro material reutilizable.