Ministro Briones y demandas sociales: “Son infinanciables, no hay país que las aguante”

Tras ser interpelado en el Congreso, el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, manifestó que “siempre vale la pena someterse a un ejercicio democrático como este”.

“Lo importante en este tipo de interpelaciones es que las preguntas sean de intereses y que permitan a las autoridades hablarle a la ciudadanía sobre lo que se está haciendo y lo que se quiere hacer”, al mismo tiempo de hablar y generar confianzas con los congresistas”, dijo en entrevista con “La Mañana Interactiva” de Agricultura

Una de las preguntas que no le gustó a Briones fue la última que le realizó su interpelador, el diputado Jaime Mule (FRVS) y que refería sobre los “recursos financieros para reparar a las víctimas de violaciones a los Derechos Humanos del Gobierno de Sebastián Piñera”. 

Sobre los montos destinados, el secretario de Estado prefirió no entrar en detalles. “Me dio lata esa pregunta y tuve que responder en esos términos, porque cuando uno habla de esos temas uno habla de publicidad de lo que está haciendo con los organismo encargados. A mí, por lo menos, no me gusta. Lo único que le puedo decir que con el director del INDH en más de una oportunidad he hablado y siempre que ha necesitado mayores recursos, por supuesto que hemos estado ahí y hemos asegurado eso.

Frente a la cantidad de demandas sociales, el ministro respondió que “acá el maximalismo es una tentación extremadamente peligrosa”. 

“Acá el pliego de demandas es infinito, van desde las pensiones, pasando por No + Tag, condenación del CAE… la verdad es que la lista puede ser enorme y las órdenes de magnitud de cada una también puede ser enorme. Y yo lo único que planteado es que acá tenemos que priorizar, porque si uno hace una cuenta rápida de la distintas demandas que andan dando vuelta llegan rápidamente a ocho puntos del PIB, y posiblemente me quede corto porque se me olvida alguna”, explicó.

“Ocho puntos del PIB implica aumentar el tamaño del Estado de Chile en 40% al toque, implica una carga tributaria más alta que el promedio de la OCDE, al toque”, agregó. 

“Este maximalismo es completamente irrealista y plantearlo como tal es bastante irresponsable, porque se crea una falsa expectativa en la gente”, añadió, además de señalar que los montos para financiar todas las demandas “son infinanciables, no hay país que los aguante”. 

“Yo llamo al realismo, hay que se exigente en la agenda social, pero hay que hacerlo con realismo y gradualidad”, sostuvo. “Además, la gente es suficientemente inteligente para darse cuenta que los ofertones en esta materia que pueden durar un año o dos, hasta que la pata se acabe y después estos programas no hay como sostenerlos. Hay que dar garantías de las promesas que son creíbles y en eso no queda otra cosa que ser realista y gradual”.