Los años de Teillier al mando del PC
La madrugada del 6 de marzo de 2005, producto de un cáncer, falleció Gladys Marín, líder emblemática del Partido Comunista. Ese duro golpe puso fin a una era y comenzó otra: la de Guillermo Teillier, quien ha conducido la colectividad por 14 años y medio.
“En el primer congreso que lo ratifica a él como presidente del partido, que fue a los dos años más o menos de la muerte de Gladys, él hizo una intervención muy política, pero muy emotiva, de lo que había significado para él asumir la conducción en el período de enfermedad de Gladys”, recuerda, en conversación con La Tercera, la exministra Claudia Pascual.
Si bien en ese período Teillier asumió, en los hechos, el liderazgo del partido, su mandato comenzó oficialmente el día del fallecimiento de Marín. Y a mediados del próximo año, cuando ya haya completado 15 años al mando del PC, la colectividad tendrá un hito histórico, que podría derivar en que Teillier no siga al mando de la colectividad.
Por primera vez en su historia, los militantes del PC votarán por los miembros del comité central, el que finalmente decidirá quiénes conformarán la directiva. Esto, siguiendo las nuevas normas de la ley de partidos. Antes, las bases comunales elegían delegados que llevaban una opinión al congreso del partido, donde nombraban al comité que definía a la directiva. Ahora, ese congreso será el encargado de elegir los candidatos cuyos nombres estarán en la papeleta.
Si bien en el PC dicen que Teillier podría, tras esa elección, no seguir como presidente, cercanos al diputado señalan que aún no toma una definición sobre si presentarse para un nuevo período, pero agregan que estará a disposición de lo que resuelva la colectividad.
La posibilidad de un cambio en la conducción no es indiferente para ningún comunista. En el partido reconocen que durante la administración de Teillier hubo una serie de hitos relevantes para la colectividad, principalmente haber terminado con la “exclusión” política que vivían desde el retorno a la democracia: el partido volvió a tener representación en el Congreso; formó parte de una alianza con partidos de la ex Concertación, y regresó a La Moneda con la última administración de Michelle Bachelet.
“Si bien el camino político que el partido traza en la primera década de 2000 se inicia con Gladys, él lo consolida en términos de creciente incidencia de masas y política del partido. Su conducción tiene el mérito de ser un perfil estratégico interesante”, dice el exministro Marcos Barraza. En la misma línea, el secretario general del PC, Lautaro Carmona, recuerda que “enfrentamos situaciones como apoyar o no a Bachelet en segunda vuelta, cuando fue por primera vez Presidenta, luego todo el trabajo para construir un acuerdo que permitiera romper la exclusión del PC por la vía de un acuerdo de omisión”.
La valoración que hay en el partido de la figura de Teillier viene, en todo caso, desde antes. El dirigente tiene una larga trayectoria desde que ingresó en 1958 y, después, formó parte de la dirección del PC en la clandestinidad, tiempo en el que usó la chapa de “Sebastián Larraín” y ejerció -entre 1983 y 1987- como jefe de la Comisión Militar. Según ha relatado el propio diputado, fue él quien autorizó el atentado a Augusto Pinochet en 1986.
Esa decisión, sin embargo, también le ha traído varios dolores de cabeza a Teillier y ha tenido que enfrentar en más de una oportunidad las críticas de la centroderecha. Además, uno de sus momentos de mayor tensión fue su relación con la DC durante el gobierno anterior. Fueron públicos los conflictos que tuvo con el entonces presidente de ese partido, Ignacio Walker. Y la relación entre ambas colectividades no ha mejorado sustancialmente con el actual timonel, Fuad Chahin.
Asimismo, la situación de los DD.HH. en Venezuela también le ha traído más de un problema a Teillier. Incluso, a raíz de ese tema se comenzaron a ver las primeras diferencias públicas en el partido, entre la generación de la que es parte el actual timonel y nuevos referentes del PC, como las diputadas Camila Vallejo y Karol Cariola.
Pese a todo, en la colectividad persiste una alta valoración de la conducción de Teillier. “Lo que hemos llegado a ser como partido, en términos de nuestra presencia, en la construcción de unidades con otras fuerzas, de haber logrado romper la exclusión en el sistema binominal y luego haber llegado a ser parte de un gobierno, se deben a su conducción”, agrega la exministra Pascual.