Lavín agudiza su desmarque de la UDI y se va en picada por el escándalo de la sede fantasma del gremialismo
La revelación de los videos donde se muestra una oficina de la UDI –según la información, del diputado Jorge Alessandri– como virtual fábrica y bodega de los escudos utilizados por elementos violentistas de las marchas del Rechazo, desató una guerrilla interna a nivel del gremialismo.
Esto, porque el alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín y principal carta presidencial del partido, catalogó como “una vergüenza” lo sucedido y emplazó directamente a la mesa presidida por Jacqueline van Rysselberghe a tomar cartas en el asunto.
Es una vergüenza lo que pasó en sede Bulnes 80 donde personas arman escudos, enseñan a hacerlos, guardan implementos. Son quienes tb se han manifestado en Las Condes vestidos violentamente; cascos, palos… Es una obligación del partido saber cómo pasó esto y quiénes están detrás”, dijo el alcalde vía Twitter.
Lo delicado del asunto, como dejó entrever Lavín, es que el nexo de la UDI con estos grupos que actúan en las marchas organizadas en el barrio alto, y que sábado a sábado han protagonizado incidentes, contraviene todo el discurso que ha tratado de instalar el gremialismo de apoyo “a la paz y la no violencia” durante este estallido social.
De ahí que el alcalde del gremialismo fuera enfático en otro tuit en destacar que “toda violencia, toda incitación, venga de donde venga está mal, esto no se trata de colores políticos, tenemos que ser mejores personas, y pensar en el país. Y con violencia solo se produce una desunión muy compleja”.
Esta no es primera vez que Lavín sostiene un abierto cruce con la mesa directiva de su partido. Su postura a favor del Apruebo ha colisionado con el Rechazo que enarbola la UDI, lo que le ha significado incluso quedar fuera de la posibilidad de aparecer en los minutos que le corresponden a su partido en la franja televisiva del plebiscito.
La oficina de la discordia
Sobre la oficina de la sede de la calle Bulnes 80, en el mismo edificio donde funciona Comunicaciones y otras oficinas de la Dirección de Carabineros, en la UDI no logran ponerse de acuerdo.
“La sede de calle Bulnes no es mi sede ni parlamentaria, ni de campaña ni oficina particular. No es ni ha sido nunca mi sede. Efectivamente ahí funciona la oficina del partido a nivel comunal de Santiago Centro, que es una de las 6 comunas de mi distrito, pero es una sede de mi distrito que no visito hace muchos meses”, fue la versión del parlamentario por la zona, Jorge Alessandri, quien traspasó toda la responsabilidad a su colectividad. Pero a través de una declaración pública, en la UDI contradijeron abiertamente al diputado, señalando que “el lugar no es una sede financiada con dineros públicos ni por el partido”.
En tanto, fuentes del gremialismo dijeron a El Mostrador que la oficina efectivamente está arrendada por dos militantes del partido, pero no recibe financiamiento de la colectividad. Estos gremialistas se hicieron cargo del alquiler, luego que un “histórico” del partido fundado por Jaime Guzmán dejara de arrendarla.
En el inmueble –aseguran- no se realiza ninguna actividad de la tienda política, y por ende catalogan su funcionamiento como “particular”. En todo caso, la versión sigue sin calzar con lo expresado por el diputado Alessandri, quien insiste en que “la UDI local tendrá que dar las explicaciones de quién tiene llave, quién tiene acceso y a quién se le presta” esa dependencia.