las cinco ventajas del cambio de hora

los relojes al atrasados una hora para dar paso al horario invierno. Junto a las Fiestas Patrias, este es uno de los momentos más esperados por los chilenos, ya que les permitirá una hora más de sueño.

Al respecto, el Dr. Ignacio Gutiérrez, neurólogo de Nueva Clínica Cordillera, destacó que a mayor tiempo de estimulación lumínica beneficará a las personas en todos los ámbitos, ya sea en el trabajo, estudios y vida cotidiana. Entre las ventajas que otorgará dicho cambio, se encuentra:

● Sube el ánimo: A mayor estímulo lumínico, el organismo tiende a responder mejor al entorno, aumentando la percepción positiva y, por tanto, el ánimo.

● Aumento de las capacidades cognitivas: Dado estos mayores estímulos, el pensamiento, memoria y concentración aumentan en el funcionamiento cotidiano de las personas.

● Se regulan los ciclos de sueños: El despertar con luz solar beneficia el orden del sueño y la vigilia en el organismo.

● Aumenta la disponibilidad de vitamina D: Esta se secreta, entre otros factores, en la medida que hay mayor exposición lumínica.

● Disminuyen los accidentes de tránsito: Por mejores condiciones de luz en los conductores.

Situación de personas con depresión

En los casos de aquellos pacientes que padecen de alguna depresión estacional, el neurólogo destacó que serán los principales beneficiados con esta medida. “Como la estimulación lumínica durante el invierno es menor, el cambio de horario permitirá mejorar sus condiciones de ánimo al estar mayor cantidad de tiempo expuesto a la luz diurna”.

En relación a los constantes cambios de horario que ha realizado las autoridades, el especialista destacó que “no es el ideal que haya modificaciones al ciclo circadiano, de sueño y vigilia. Por tanto, lo recomendable sería realizar máximo dos cambios en el año; de invierno y el de verano, no más que eso”.

Finalmente, sobre la opinión de ciertos sectores de no hacer modificaciones horarias en ningún momento del año, el Dr. Gutiérrez indicó que el cambio de horario no

incide mayormente en la salud de las personas, salvo ciertos grupos de riesgo. “El caso de los niños son los más delicados, ya que son más susceptibles a estos ajustes, a diferencia de lo que ocurre con los adultos, quienes no tienen tantos problemas en cuanto a la adaptación”