La ministra Carolina Schmidt y Chile suman críticas por su propuesta de acuerdo para la COP25
En Madrid se habla de falta de liderazgo y se suman rechazos. El texto de acuerdo propuesto por la delegación chilena que comanda la ministra Carolina Schmidt en la COP25, al presidir la cumbre climática que se desarrolla en España, se llenó de críticas entre las delegaciones y particularmente de parte de las ONG medioambientalistas.
“Chile tiene que proteger la integridad del acuerdo de París. El enfoque que ha imprimido muestra que ha oído más a los contaminadores que al pueblo“, dijo con dureza la directora ejecutiva de Greenpeace Internacional, Jennifer Morgan, recalcando que se “antepone los intereses de los contaminadores por encima de los de la gente”.
La Unión Europea (UE) rechaza que la propuesta de Chile ni siquiera cumpla con el Acuerdo de Paris de 2015 y su representación manifiesta sobre la cumbre que “es imposible salir de aquí sin un mensaje más fuerte de ambición”. La ministra Schmidt se defendió asegurando que “las soluciones que proponemos son equilibradas”.
Informa La Vanguardia que la responsable de las estrategias de la Unión de los Científicos Preocupados, Alden Meyer, preció que “la última versión de la propuesta presentada por la presidencia nos parece completamente inaceptable. No apela a un aumento de la ambición de los países para mejorar sus planes de reducción de emisiones”.
Las negociaciones parecen bloqueadas y Chile es criticado por no asumir una postura firme ante los intereses de Brasil, Estados Unidos y Japón. Informa El País que la presidencia chilena de la COP25 intenta opciones como “dejar el desarrollo de la parte más técnica y conflictiva de los mercados de carbono para más adelante“.
La UE -con Alemania y Francia a la cabeza- suma el apoyo de países como Colombia, Costa Rica, México y Nueva Zelandia, mientras exigen que Chile muestre un compromiso claro ante la crisis climática. En paralelo el vocero de la Red de Acción por el Clima, Mohamed Adow, es enfático al sentenciar que “los gobiernos la han cagado”.