La carta que dejó Alan García
El pasado 17 de abril, el ex presidente peruano Alan García, decidió quitarse la vida de un disparo en la cabeza. Un suceso que -al parecer- estaba programado, debido a que dejó una carta antes de morir.
La misiva:
“Cumplí la misión de conducir al Aprismo al poder en dos ocasiones. Creo que esta fue la misión de mi existencia teniendo raíces en la sangre de este movimiento”, dicen las primeras palabras de García.
“Nuestros adversarios optaron por la estrategia de criminalizarme por más de 30 años, pero jamás encontraron nada y los derroté nuevamente porque nunca encontrarán nada más que sus especulaciones y frustraciones“, dijo Alan García en su carta sobre las investigaciones en su contra.
“He visto cómo se utilizan los procedimientos para humillar y vejar no para encontrar verdades. Por muchas años me defendí y el homenaje de mis enemigos fue argumentar que Alan García era suficientemente inteligente como para que ellos no pudieran comprobar sus calumnias“, continúa la misiva.
“No hubo ni habrá, cuentas ni sobornos ni riquezas, la historia tiene más valor que cualquier riqueza. Nunca podrá haber precio suficiente para quebrar mi orgullo de aprista, por eso repetí: ‘Otros se venden, yo no’”, volvió a asegurar el ex presidente cuando aún estaba con vida.
“Cumplido mi deber en la política y en las obras hechas en favor del pueblo, alcanzadas las metas que otros países no han logrado, no tengo por qué aceptar vejámenes. He visto a otros desfilar esposados, guardando su miserable existencia, pero Alan García no tiene por qué sufrir esas injusticias y circos. Por eso, le dejo a mis hijos la dignidad de mis decisiones, a mis compañeros una señal de orgullo, y mi cadáver, como una muestra de desprecio hacia mis adversarios porque ya cumplí la misión que me impuse. Que dios, al que voy con dignidad, proteja a los de buen corazón y a los más humildes”, finaliza.