La carrera presidencial como trampolín al Senado: La alternativa latente para los abanderados que pierdan en las primarias
Nadie quiere hablar de ello, pero sin duda se trata de una opción abierta. Se trata de la posibilidad de que los candidatos presidenciales que sean derrotados en las primarias de julio puedan postular posteriormente al Senado. Una alternativa que, si bien es un premio de consuelo, históricamente ha rendido frutos para los partidos políticos. Sin ir más allá, en las últimas primarias de 2017, de los tres contendores en Chile Vamos, dos terminaron ganando un escaño en la Cámara Alta: el senador por la Región Metropolitana, Manuel José Ossandón (RN) y el representante por la Región de La Araucanía, Felipe Kast (Evópoli).
En 2013 ocurrió algo similar. En la Nueva Mayoría, el independiente Andrés Velasco sacó el segundo lugar tras Michelle Bachelet y luego decidió competir por un cupo en la Región del Maule, donde perdió por escasos votos. En tanto, Andrés Allamand (RN), postuló con éxito por un escaño en la Región Metropolitana.
Y si vamos más atrás en la historia, en 2005, la precandidata de la DC, Soledad Alvear, postuló a senadora por la Región Metropolitana tras bajar su aspiración presidencial en favor de Bachelet, ganando la elección y asegurando un cupo para la Concertación en la Cámara Alta. En ese contexto, y en medio de la irrupción de una alta cantidad de postulantes a La Moneda, son varios los competidores que podrían tomar ese mismo camino, pensando en que podrían conseguir un buen bolsón de votos que les permitiría llegar en buena posición a las parlamentarias de noviembre próximo. En esos comicios, se escogerán senadores en nueve regiones: cinco cupos en la Metropolitana, tres en Antofagasta, Coquimbo, O’Higgins, Biobío, Los Ríos y Los Lagos y dos en Ñuble y Magallanes, llenando de ese modo los cupos restantes para alcanzar los 50 escaños determinados en la última reforma al sistema electoral. La posición de los abanderados Sin embargo, con la carrera ya en marcha, ningún postulante a La Moneda reconoce tener un plan B. Uno de ellos fue el recientemente proclamado líder de Nuevo Trato y el Partido Liberal, Pablo Vidal, quien antes de asumir ese desafío ya sonaba como carta senatorial en la Metropolitana para el Frente Amplio, bloque que dejó en diciembre. Esta semana, en entrevista con Radio Universo, el diputado señaló que “me parece difícil hoy poder aventurar qué es lo que va a pasar con un escenario tan líquido como el que estamos, ni siquiera sabemos si las elecciones que están programadas en las próximas semanas se van a poder desarrollar”.
“Este proyecto se trata de mucha gente, no se trata de mí. Por lo tanto, las decisiones político electorales que vayamos tomando en el camino las tomaremos también de manera colectiva. Yo me puse a disposición de esta candidatura presidencial no con la calculadora en la mano”, afirmó. Una visión similar planteó su par de Convergencia Social, RD y Fuerza Común, Gabriel Boric, quien apenas lanzó su candidatura el 18 de marzo pasado desde el Cerro La Cruz en Punta Arenas advirtió que no está en sus plantes postular a la Cámara Alta por la Región de Magallanes, pese a sus altas posibilidades de ganar un cupo. En esa oportunidad, y tras ser consultado al respecto durante la actividad, el diputado explicó que “creo que estar hoy día aceptando una nominación producto de un debate colectivo e inmediatamente postularme a otra cosa sería súper vergonzoso y no estoy pensando en eso”. Una situación distinta es la de la presidenciable del PH, Pamela Jiles, quien hoy lidera las encuestas en la oposición, pero aún no ha ratificado su intención de correr la carrera presidencial. De hecho, al interior de la centroizquierda, creen que las señales que ha enviado en las últimas citas del sector podrían apuntar al Senado.
De hecho, ha sido la propia diputada la que ha expresado en ocasiones anteriores su disposición de aspirar a la Cámara Alta. Durante la discusión del primer retiro del 10%, y tras el rechazo hacia esa medida de la senadora por Magallanes, Carolina Goic (DC), Jiles no dudó en usar su Twitter para plantear una posible candidatura por esa zona. “Leyendo esta noticia me vino como una revelación, un pálpito de que tal vez debo ir de candidata a senadora por Magallanes. ¿Les tinca nietitos? Cuéntenme si les parece buena idea”, dijo en esa oportunidad, algo que luego profundizo en medios locales señalado que “podría ser, por qué no (…) tengo queridos amigos en la región”. Otro signo es la posibilidad de que apueste por la Región Metropolitana. Al interior de la centroizquierda se especula con que la candidatura a gobernador regional de su pareja, Pablo Maltés, sea una antesala para intentar ganar un cupo en la capital.
Otro nombre que ha sido sondeado por parte de su partido para una eventual senatorial ha sido el candidato presidencial del PPD, Heraldo Muñoz. Sin embargo, desde el entorno del abanderado han descartado por ahora que este analizando esa alternativa. Lo mismo comentan en el PS respecto a Paula Narváez. Esa misma versión han transmitido desde el PR. Su abanderado, Carlos Maldonado, aseguró a Emol que “no estamos pensando en ningún plan B, porque toda nuestra energía está puesta en generar y encabezar una sólida alternativa de gobierno (…) más aún, me parecería impropio de alguien que aspira al sillón presidencial, eso significaría que está pensando más en su situación personal que en el país”. Algo distinto es lo que ocurre con el abanderado del FRVS, Jaime Mulet, y su par de Unir, Marcelo Díaz, quienes en el pasado han tenido aspiraciones senatoriales. En el caso del primero, buscaría su reelección como diputado por Atacama, mientras que el segundo podría buscar un cupo en la Cámara Alta representando a Coquimbo o repostular como diputado por Valparaíso. La visión de los expertos En medio de esas definiciones, el decano de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo, Eugenio Guzmán, comentó a Emol que si bien llegar al Senado es una alternativa para los derrotados de las primarias, es algo que “no es atractivo para todos los candidatos, sino que para aquellos que han acumulado un nivel alto de capital político o electoral”. “Puede ser posible, puede ser factible, pero no veo muchos candidatos pensando en eso. Uno podría decir el caso de Pablo Vidal, pero para lograr eso se necesita un nivel de conocimiento relativamente alto en la circunscripción donde estén. Hay que ver cómo les va en este breve periodo de tiempo antes de la elección”, añadió.
Según Guzmán, “no es el caso de Pamela Jiles, porque ella ya tiene acumulada una buena cantidad de tiempo, si es que va por la Región Metropolitana. En ese caso, podría ser, pero en el caso de Vidal tengo más dudas, porque no sé si tendrá el tiempo suficiente para aumentar su nivel de conocimiento”. “Heraldo Muñoz podría ser un candidato bien posicionado, que tiene un nivel de conocimiento alto y ha logrado desde que preside el PPD una figuración. Si bien hoy en las encuestas puede no estar en el primer lugar, tiene una cantidad importante de adhesión”, recalcó. Mientras, la doctora en ciencias políticas y académica de la Universidad Católica, Julieta Suárez-Cao, indicó a este medio que “sí creo que es algo que podrían estar sopesando varios candidatos y candidatas, pero no sé si ‘en vez de’. Pero como plan b, les ayuda el posicionarse y las primarias dan visibilidad”. En ese contexto, afirmó que “Boric podría ser una carta buena para una movida como esta y Daniel Jadue supongo que preferirá seguir en Recoleta. En tanto, Sichel y Narváez creo que tienen menos anclaje territorial especifico, pero claramente creo que el que más chances tiene es Boric, pensando en su desempeño en Magallanes”. Otra visión planteó Pamela Poo, magister en sociología y politóloga de la Universidad de Concepción, quien afirmó que por ahora mirar a una senatorial “es una apuesta compleja, porque si bien te puedes dar publicidad y tener grados importantes de visibilización, también puedes quedar como un oportunista que hace turismo electoral”. “La ciudadanía quiere y espera seriedad en este tema y aquello es necesario para poder comenzar a remendar nuestra democracia”, añadió, junto con advertir que “hasta ahora las elecciones presidenciales y las diversas candidaturas -unas más que otras-, aún no son más que una promesa y no hay nada definido”. No obstante, sobre qué nombres podrían mirar hacia esa alternativa, mencionó que “haciendo política ficción, ese camino podría ser exitoso para Gabriel Boric, Heraldo Muñoz y Marcelo Díaz. Y en el caso de Pamela Jiles, esta fórmula hasta ahora no es posible, mientras el PH no logre estar inscrito en todas las regiones, eso no quita que pueda emprender su carrera senatorial, sin estar en la presidencial”.