Hijas defienden públicamente a Villegas tras denuncias de acoso
Emol
Florencia y Mariana Villegas publicaron una carta en respuesta a las acusaciones que han surgido en contra del escritor por conductas lascivas y maltrato laboral.
El escritor y ex panelista del programa “Tolerancia Cero”, Fernando Villegas, ha estado en el centro de la polémica luego de que el diario The Clinic publicara un reportaje en donde 30 mujeres lo acusaban de acoso sexual y maltrato laboral. El destape de estas denuncias desencadenó la suspensión de sus labores en Radio Agricultura, emisora en la que se desempeñaba como comentarista político de distintos programas.
A raíz de esta situación, sus hijas —Florencia y Mariana Villegas—difundieron una carta en la que defienden a su padre y califican los testimonios en su contra como “infundados ataques personales”.
“Mi papá es una persona de gustos simples, tranquilo, con un humor oscuro y brutal (…) con un carácter fuerte, una paciencia disminuida con los años, una generosidad infinita, algo muy serio y parco a veces, otras tantas con un humor exquisito y encantador, y con un desencanto generalizado hacia las persona, sobre todo cuando actúan en masa e impulsadas más por la emocionalidad que por su intelecto”, dice la misiva redactada por Florencia y viralizada por Mariana.
El texto —que fue difundido a través de Twitter— continúa señalando que “las ‘hermanitas Villegas’ vimos en él a nuestro primer ejemplo de feminismo. Suena ridículo porque lo es, porque utilizar un término manoseado le quita contexto a la palabra”.
“Mi papá tiene 69 años. Para ustedes, la mayoría por lo menos e incluso yo, considero el denominado piropo más como un acto obsceno que como una palabra de ánimo y buena educación. Pero si nos dejamos de mirar el ombligo entenderemos que eso es así desde hace aproximadamente, algo así, como cinco minutos atrás. Por eso es que reinterpretar y resingnificar actos de galantería, de coquetería, o gestos sin ninguna de esas intenciones, ocurridos hace 30, 20, 15, 10 o 5 años atrás, no tienen sentido alguno”, añade la carta.
En la misiva, Florencia asegura que vio “una cuarta parte del reproche con el caso de Abreu, de Nicolás López, los finos comentarios en Twitter de Baradit, y un largo etcétera”.
Además, cuestionó las acciones que tomaron los lugares en los que trabajaba tras este destape: “Y si dijo pachotadas (…) y si incluso tuvo tensión con alguien o un acercamiento, ¿aun así es suficiente para colgarlo en la plaza pública? ¿Amerita que dos medios de comunicación lo dejen sin trabajo de un día para otro; en uno de los cuales llevaba más de 25 años escribiendo? Y todo esto por chismes que, como dijo un amigo: ‘Y aunque todo fuese verdad, no alcanzan ni para llamar al apoderado'”.
Finalmente, en el texto se señala que esta situación ha unido a su familia: “Pese a que ha sido una semana terrorífica, ha sido también una semana de unión familiar —alrededor siempre de una botella de vino, riéndonos de la falta de intelecto de tantos o del aprovechamiento mediático de otros—, de nuevos proyectos y de encontrarse con esos amigos y amigas leales que nos han llenado de cariño a nosotras y a mi papá”.