Hasbún gate: La Araucanía el Vietnam político UDI v/s Evópoli

En la zona dicen que ha sido tan, pero tan insistente en pedir las cabezas de los seremis de Vialidad y del MOP en la Araucanía, que el ex intendente y hoy diputado Evópoli por la zona Andrés Molina Magofke no se la dejó pasar ni al Presidente. Cuando Sebastián Piñera visitó Temuco el lunes último, las denuncias cruzadas de coimas, irregularidades y otras palabras feas radicadas en el aparato público de la región ya había alcanzado a La Moneda por culpa de ese audio en que el exdiputado UDI Gustavo Hasbún involucró al ministro Lucas Palacios en una supuesta oferta de favores a un empresario a cambio de $30 millones. Pero la trama venía de mucho antes del escándalo, y en uno de sus hilos Molina había hecho de todo para que removieran funcionarios que se le habían cruzado en el camino.

Sus enemigos políticos dicen que lo hace para sacarse rivales y amenazas electorales del camino de encima. Sus amigos dicen que ha pedido esas cabezas para “limpiar” el andamiaje del MOP porque se estaban acumulando episodios de corrupción e irregularidades y que la autoridad hacía poco y nada. Se lo había pedido decenas de veces a Luis Mayol y Jorge Atton, los dos primeros intendentes de la IX. Así que cuando Piñera llegó a Temuco, Molina -según una de las versiones- le insistió en que le había entregado hace mucho “todos los antecedentes” al gobierno, y que éste no puede dejar de actuar. “Esto no da para más, Presidente”, le habría insistido. El aludido le habría contestado “voy a actuar”. El gobernante ya había advertido que iba a tener “tolerancia cero con la corrupción” después que estallara el denominado Hasbungate.

Consecuencia o no de la presión de Molina, esta mañana suspendieron al seremi de Vialidad, Rodrigo Toledo. Toledo está en el aparato del MOP desde comienzos del 2000, tiene raíces en el PPD y ha sobrevivido a todos los cambios de gobierno. En la IX relatan que tenía nexos con el ex senador PPD Eugenio Tuma, cuya hija, Romina, estaba emparejada con Hasbún cuando el desafortunado UDI se embarcó en esa fallida campaña senatorial de 2017 que luego derivó en el escándalo político de esta semana.

En otros mentideros de la zona cuentan que Toledo también ha contado con el respaldo de René Manuel García (RN), diputado por la zona desde 1990 y que ha insistido en defender su permanencia en el cargo ante los jefes regionales que han pasado por Temuco. El asunto es que Toledo era una de las cabezas que Molina ha pedido varias veces. “Ha sido realmente insistente”, cuenta una ex autoridad regional que etiqueta a Toledo como “eficiente”.

La persistencia del exintendente Evópoli -que algunos califican de “obsesión”- lo llevó a hacer denuncias a la Contraloría junto al contratista Bruno Fulgeri, el mismo que acusa a Hasbún de pedirle plata a cambio de favores y en cuyos hombros recae una pesada mochila judicial. En el camino, Molina comenzó también, con el mismo ímpetu, a pedir la cabeza del seremi del MOP, Henry Leal (UDI). La enemistad entre ambos, que se remonta a la campaña electoral parlamentaria del 2017, es uno de los gérmenes de esta teleserie política veraniega de mediano presupuesto, insisten los entendidos en la industria. El otro es la mala fama del MOP en materia de transparencia y probidad.

Pero también incide que como la derecha es muy fuerte en la IX (fue donde José Antonio Kast sacó más votos en la presidencial 2017), eso exacerba la voracidad y los conflictos entre sus partidos. Es algo parecido a lo que ha pasado más de una vez en el distrito 21 y otros barrios altos de la capital.

La paliza UDI

Hay versiones distintas según a quien se le pregunte (argumentando que hay un caso judicial en curso, ninguno de los involucrados quiso hablar entre comillas para este artículo). En los hechos, Molina fue electo diputado el 2017 con más de 23 mil votos, y con eso arrastró a Sebastián Álvarez, que sacó poco más de 5 mil. La lista de Evópoli rasguñó el umbral de los 30 mil votos y con eso dobló y dejó fuera a la lista UDI, donde Henry Leal y Kurt Horta sumaron 14.855.

De ahí viene el mito-realidad que si Leal hubiese sacado 200 sufragios más, habría sido electo, Molina no lo habría visto como una amenaza para su futuro político y que nada, nada de esto hubiera pasado. Recordemos que el exintendente Atton recibió de Molina el audio de Hasbún y otros materiales que la autoridad denunció a la justicia en octubre pasado.

Toda esa campaña parlamentaria fue una paliza para la UDI. Mientras sus candidatos a diputados eran barridos, en senadores Felipe Kast arrastró a Carmen Gloria Aravena, por quien nadie daba un peso antes de la elección, con lo que dejó fuera a Hasbún. Otra cosa es que en el partido de Jacqueline van Rysselberghe digan hasta hoy que el dirigente Evópoli lo logró también porque el voto duro de derecha en la IX lo confundió con su tío, José Antonio Kast.

De ahí viene otro mito: que Molina no quiso ser compañero de lista de Kast, y que cuando se contó el último voto se habría indignado por la oportunidad perdida (8 años asegurados como senador) en vez de tener que lidiar los próximos cuatro años con la amenaza UDI soplándole en la nuca. En el equipo del diputado niegan esta parte de la película. Dicen que nunca estuvo la posibilidad de ser candidato a senador, y que si estuviera “picado” con alguien sería con el mismo Felipe Kast, porque el pacto original que tenían los Evópoli -según esta versión- era que todos postularan a la Cámara y no al Senado… hasta que el exministro de Piñera I decidió lo contrario.

El panel en Controversia

El asunto es que desde agosto último Molina puso quinta y empezó a pedir que sacaran a Leal de la seremía del MOP. Van Rysselberghe y la UDI han defendido al excandidato a diputado, y eso ha derivado en críticas cruzadas entre ella y el exintendente en la prensa local. Además, los dos partidos no pierden ocasión de rivalizar, más todavía ahora que tienen más ministros que el partido fundado por Jaime Guzmán en Palacio.

Como todos estos conflictos regionales que en algún momento detonan y mutan en comidillo a nivel nacional, todos se conocen entre sí. Molina y Leal también, a niveles casi folclóricos. Cuando el primero fue intendente, el segundo era consejero regional. Nunca fueron amigos, pero ambos comparten panel en Controversia, un programa dominical conocido en la zona, que emite tres veces al día la radio Araucana y Frontera. Molina y Leal participan ahí junto al diputado PPD Ricardo Celis, quien dice que nunca los ha visto pelear al aire. Claro que nunca han tocado el tema de las irregularidades del MOP, tampoco, relata.

Controversia entró en receso veraniego de febrero y ha de volver en marzo. El último programa fue el 15 de enero. En estas condiciones, en la radio no saben si sus ahora aún más famosos panelistas volverán a estar al aire juntos. Es decisión, dicen, del editor: Eduardo Díaz Herrera, otro nombre con harta historia política en La Araucanía y que por sí mismo daría para otra crónica si consideramos que pasó por Patria y Libertad, la Democracia Cristiana, la UDI y el extinto Partido del Sur, a nombre del cual fue casi el único dirigente que en 1989 llamaba a rechazar en el plebiscito de ese año las 54 reformas constitucionales previamente consensuadas entre la dictadura y la oposición de la época.

En la zona advierten que vienen otras sorpresas en este Vietnam político.

La Tercera PM