Gobierno presentara reforma tributaria que reintegra el sistema
Uno de los cambios más significativos que se propone, y que fue confirmado por el propio Presidente Sebastián Piñera, es la de reintegrar el sistema.
Ayer el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, aseguraba ante las consultas de la presa que lo anterior “significa eliminar la doble tributación al ahorro que existe hoy día en el sistema”.
“Como parte de nuestro acento esperamos que esto signifique mejoras en las posibilidades de ahorro, un sistema más simple y que no castigue a los inversionistas nacionales ni discrimine a los extranjeros”, sostuvo el jefe de las finanzas públicas.
Sin embargo, el presidente de la comisión de Hacienda del Senado, Juan Pablo Letelier, ha indicado en varias ocasiones que con esta idea de reintegrar el sistema el Gobierno encontrará una oposición fuerte.
Los académicos de ingeniería comercial de la U. San Sebastián, Hernán Herrera y Valentina Ciriotto, explican que en términos simples, “la reintegración del sistema tributario plantea que todos los contribuyentes, independiente de la fuente del tipo de renta que posean, paguen la misma proporción de impuestos. Así, si una persona es dueña o accionista de una empresa y decide retirar utilidades o recibe un sueldo por parte de la misma, pague la misma proporción que la que debería pagar una persona que estuviese sólo recibiendo ingresos por su trabajo.
“Dicho de otra forma, como la empresa ya ha pagado el impuesto de primera categoría por sus utilidades y el contribuyente que tiene participación en esta empresa está percibiendo ingresos que ya han sido gravados, el sistema plantea que este impuesto sea considerado a la hora de gravar las rentas del contribuyente, actuando como un ‘descuento” a los impuestos que deba pagar como segunda categoría”, sostienen.
El director del Magíster en Tributación de la U. Mayor, Francisco Sepúlveda, ejemplifica que “en términos simples, si la empresa genera una utilidad de $100, pagará por ejemplo $27 de impuesto de primera categoría. Cuando el socio retire la utilidad de la empresa, le corresponderá pagar su impuesto personal. Si el socio queda en la tasa más alta, que es del 35%, le corresponderá pagar $35. La integración implica que los $27 pagados por la empresa operan como un ‘anticipo’ del impuesto que corresponde pagar al socio. Así, el socio, en vez de pagar $35, saca de su bolsillo solamente $8, que es la diferencia entre ambos impuestos. Si al socio por su nivel de ingreso le corresponde pagar $20, puede obtener una devolución de los $7 que pagó su empresa. Esa es una consecuencia de la integración”.