Columna de Iván Cerda: La democracia de las minorías

“El exceso de democracia hace mal señores y no nos permite crecer”, no fue la expresión de un tirano en el poder sino la de un connotado economista que narraba la experiencia local al referirse al derrotado desempeño institucional en las últimas décadas por el excesivo respeto a las minorías representativas de su país mientras participábamos de una reciente misión de prospección comercial en Costa Rica. La frase nos dejó totalmente perplejos y mudos a pesar de haber averiguado previamente datos económicos, geográficos y particularmente políticos de ese Caribeño país donde se jactan que abunda la democracia y la participación ciudadana en una estructura constitucional fortalecida por la misma sociedad y que podría significar todo un ejemplo para América Latina. Desafortunadamente ahí existe un alto índice de ingobernabilidad política producto de su generosa y amplia democracia, que a propósito es liderada por la tercera fuerza política del país y donde aparentemente ejercen el poder algunas fracciones de minorías. Este es el mal de la democracia a beneficio de unos pocos, donde el actual mandatario comenta “ESTE PAIS ESTA LLENO DE FRENOS”, Costa Rica al parecer respeta en extremo a las fracciones minoritarias que son expertas y especialistas en hacer del resto sus propias demandas, el ejecutivo está amarrado de manos pensando más bien en convencer a unos pocos que en favorecer a unos muchos. La insensatez de los acuerdos y la democracia mal conducida a llevado al país a un evidente déficit de Infraestructura pública junto a una precaria planificación urbana y tecnológica que han creado un modelo económico ralentizado, olvidando su gran potencial de recursos naturales y sus envidiables condiciones climáticas propicias para exportar cultivos de especies valoradas a un demandante mercado de 300 millones de consumidores ubicado estratégicamente próximos a ellos. Al respecto confiamos que Chile seguirá firmemente comprometido con su democracia, donde gobiernan ampliamente las mayorías pero se respetan la oposición y las nuevas fuerzas políticas que agrupan una diversidad de minorías siempre que honren la libertad pero que también moralmente validen y acepten la democracia de las mayorías.