Coberturas de plan universal con reforma a las Ispres serían del 90%
En el esquema diseñado, el plan universal tendría un deducible, es decir, los afiliados deberán pagar en forma particular las primeras prestaciones (como exámenes o consultas médicas) hasta alcanzar el tope pactado (por ejemplo, 10 UF), tras lo cual se activaría la cobertura del 90%. De esta forma, el copago de los usuarios se reducirá al 10% del costo de las prestaciones.
Un cambio significativo que traería la reforma a las isapres, a partir de lo que ha informado el gobierno en reuniones preliminares, es un mejoramiento de las coberturas de los afiliados. Ello, pues el plan universal que se busca crear -y que sería el mismo para todos los usuarios que lo suscriban-, cubriría un 90% de todos los gastos en prestaciones, que actualmente bordean el 55% para el caso de las atenciones ambulatorias y un 70% en las cuentas hospitalarias.
“Es viable, porque este deducible inicial operará como un controlador de la demanda. Como las personas deberán pagar de su bolsillo el costo total de las atenciones y prestaciones, se van a tratar de controlar al máximo. Entonces, traspasar el deducible ya no depende de la persona, sino de su condición de salud. Si no estuviera el deducible, una cobertura 90 y 90 sería alta. Pero con deducible la mezcla es virtuosa”, dice Héctor Sánchez, director del Instituto de Salud de la U. Andrés Bello.
Para el gremio, en tanto, elevar la cobertura a 90% genera aprehensiones. “Para la atención hospitalaria es razonable, porque nadie se opera por gusto. Pero en las prestaciones ambulatorias, un copago más alto tiene un efecto moderador de la demanda, entonces no parece prudente fijarlo en 10%. Nunca se ha planteado -en ningún modelo- un copago tan bajo, aunque exista este deducible, que actúa como una barrera que debe traspasarse para acceder a la cobertura, porque después tienes acceso casi gratuito a salud y eso estimula la demanda, no apunta a una eficiencia en el uso de los recursos”, dice Rafael Caviedes, presidente de la Asociación de Isapres.
También abrió debate la decisión del gobierno de establecer una tarifa variable para el plan universal, en lugar de un precio fijo.
Juan Luis Castro, presidente de la Comisión de Salud de la Cámara, sostuvo que “significaría un retroceso respecto de lo que el Presidente Piñera planteó en su primer periodo, cuando planteó tarifa plana que después fue cambiando. Veo como una dificultad si no se avanza hacia una tarifa plana”.
El senador Francisco Chahuán, a su vez, planteó que “el emplazamiento es a terminar con la tabla de factores, las alzas unilaterales y con las preexistencias. Respecto de la tarifa variable, hay que analizar cuántos saltos habría, pero soy más bien partidario de una tarifa fija”.
Por su parte, el exsuperintendente de Salud Sebastián Pavlovic sostuvo que “veo difícil que una tarifa variable sea aprobada en el Congreso, porque además se incluye un mecanismo de compensación de riesgo en el cual, bien diseñado, la tarifa plan aparece como un elemento característico de la seguridad social. No se logra entender qué gana el proyecto con una tarifa variable”.