Caso SQM: Longueira busca cerrar sus flancos judiciales
Pablo Longueira no olvida que un martes 24 de enero de 2017, el entonces fiscal del caso SQM, Pablo Gómez, y efectivos de la PDI llegaron a las 7.30 de la mañana a su casa en el sector de San Damián, portando una orden del tribunal que dio comienzo un operativo policial de registro e incautación que duró dos horas.
La diligencia, solicitada en reserva para su defensa y recordada como una escena con gritos e insultos, tenía por objeto llevarse toda la información almacenada en computadores y archivadores relacionada con los “delitos investigados” que, en esa fecha, incluía los de facilitador de boletas y facturas falsas.
El exsenador hoy está eximido de ser acusado por delitos tributarios porque así lo resolvió la Corte de Apelaciones de Santiago tras emitir un fallo sustentado en que no existe querella del Servicio de Impuestos Internos.
Así, toda la información pesquisada por la fiscalía en torno a la facilitación de boletas, según sus abogados, deberá quedar fuera de la audiencia de preparación del juicio oral, que pronostica para agosto de este año, y donde Longueira está acusado por el delito de cohecho a partir de la tramitación de Ley de Royalty Minero.
Según cálculos de la defensa, cinco de los siete años investigados para el caso de Longueira debieran ser descontados de la carpeta investigativa. “Ese allanamiento se produce más de un año después de iniciada la investigación sin ninguna razón clara e invocando la investigación en delitos tributarios”, dice el abogado Alejandro Espinoza, agregando que su estrategia incluye que esas diligencias se anulen.
Desde que la Corte frenó la imputación contra el excoronel UDI, su defensa comenzó a cerrar sus distintos frentes judiciales. A esta solicitud -que el tribunal todavía no resuelve- se suma lo que el propio Espinoza había anunciado hace algunos días: que solicitará además el sobreseimiento para Longueira por cohecho, delito por el cual se pide una pena de dos años y tres meses.
En paralelo, el excoronel de la UDI también pidió ser sobreseído del caso Asipes, investigación que nació como arista del caso Corpesca. En esa causa, el exministro de Economía está querellado por cohecho. Pero luego de casi 3 años de indagatoria, el Ministerio Público no ha formalizado cargos en su contra.
¿Revancha?
Desde el viernes 19 de abril, Longueira se encuentra en un viaje de carácter personal. Estados Unidos y Canadá son parte del recorrido que realiza junto a su mujer, Cecilia Brinkmann. Cercanos a la familia explican que ambos están embarcados en proyectos de paisajismo vinculados a la sociedad que poseen en conjunto, Asesorías e Inversiones LB SpA.
Para salir del país, Longueira necesitó autorización del tribunal para levantar temporalmente la medida cautelar de arraigo nacional que pesa en su contra desde junio de 2016. Su permiso contempla un retorno al país el día jueves 30 de mayo.
Desde su entorno advierten que mientras el exministro se ocupa de sus negocios, su abogado recibió la orden de explorar una peculiar acción. Según fuentes ligadas a la defensa, Longueira transmitió la decisión de que, una vez finalizado su proceso, estampará una demanda contra el exfiscal Pablo Gómez, quien hoy ejerce como abogado de un bufete privado en Valparaíso. Lo que busca el exdirigente UDI es demandar por indemnización de perjuicio al entonces persecutor. A juicio de los abogados de Longueira, Gómez habría obtenido autorizaciones del tribunal mediante antecedentes falsos, asunto que esperan comprobar a través de la demanda.
Pese a que Espinoza no quiso referirse al tema, quienes conocen la estrategia de Longueira en el caso explican que concretar una revancha o una ofensiva judicial contra sus persecutores es una decisión tomada desde hace tiempo.