Myriam Soto: La toma de decisiones: Habilidad Técnica y o Política

Muy relacionado con el artículo anterior, está la facultad humana de resolver situaciones de la realidad o que, se manifiestan en el ámbito sociológico .
Las personas, instituciones, grupos y o autoridades que, son las responsables de tomar decisiones, deben necesariamente llevar a cabo un proceso reflexivo, proceso que implica una decisión racional, pues los objetivos que están intentando alcanzar no se pueden lograr sin acción.
Necesitan por otra parte comprender en forma clara los cursos alternativos mediante los cuales se puede alcanzar una meta de acuerdo a las circunstancias y limitaciones existentes. Se necesita también la información y la capacidad para analizar y evaluar las alternativas de acuerdo con los resultados deseados. Por último, se necesita tener el deseo de llegar a la mejor solución mediante la selección de la alternativa que satisfaga de un modo más efectivo el logro de la meta.
Desde una mirada política es difícil que las personas logren una racionalidad completa en la toma de decisiones, pues se actúa más por convicciones ideológicas , por intereses económicos y la adscripción a grupos de poder que, movidos por afanes populistas terminan obteniendo ganancias para sí mismos.
En los últimos tiempos toda la ciudadanía ha podido tomar conocimiento, como una gran cantidad de decisiones de quienes lideran los órganos de administración del estado, no van precisamente direccionadas al logro del bien común y muchas de éstas han sido eliminadas por carecer de las mínimas consistencia , ya sea con la normativa imperante o las políticas públicas implementadas con antelación.
Teniendo presente que, como nadie puede tomar decisiones que afecten el pasado, sino que las decisiones tienen que operar para el futuro.
Es difícil reconocer todas las alternativas que se pudieran seguir para alcanzar una meta; esto es cierto cuando en especial la toma de decisiones incluye oportunidades de hacer algo que no se ha hecho antes o bien se ha tomado la decisión equivocada.
En la actualidad se exagera la creencia en la autoeficacia en la resolución de los problemas. basada en la expectativa de eficacia, que explica muy bien el autor Bandura, como también sobreponer la expectativa de resultado.
Finalmente, la toma de decisiones, en general va orientada a superar un conflicto como crisis que, nos fuerza a reconocer explícitamente que debemos negociar una realidad común, con la participación de todos quienes están directa o indirectamente involucrados.