Jorge Romero: “Ni pena ni miedo”
Ni pena ni miedo, poema de tres kilómetros excavado en el desierto de Atacama, al sur de Antofagasta, 1993, del Poeta, Premio Nacional de Literatura, Raúl Zurita, fue la huella indeleble para cerrar un ciclo marcado por la odiosidad y la intolerancia, que le costó miles de vida a nuestro país.
Ni pena ni miedo, pareciera ser el llamado necesario para nuestra Región.
La pena y el miedo son sentimientos destructores, que socavan la integridad de las personas, que alimentan el resentimiento y que terminan transformándose en odiosidad y violencia.
Cuando el diario Austral publica en su portada del Viernes 29 de junio de 2018, la caída del Puente Ferroviario que cruza el Cautín, uniendo a Temuco con Padre las Casas; a continuación anuncia el llamado del Presidente a que los empresarios inviertan en La Araucanía; y remata con una foto en donde el primer mandatario, escoltado por policías militarizados, recién entrenados en Colombia en el combate contra el Narcotráfico; todo esto, quiérase o no, produce PENA y MIEDO.
Pena por comprobar como nuestras autoridades siguen apostando a la doctrina del garrote, sin asumir las tareas de Estado, que simboliza un puente construido hace más de 100 años, que unió e integró, para luego quedar en el abandono de un Estado Subsidiario, que no garantiza ni promueve el Bien Común. Pena al constatar que se prefiere “delincuenciar” las justas demandas de un pueblo que ha sido empobrecido y saqueado, en lugar de abrir espacios de diálogo y entendimiento.
Miedo, de que el presente y el futuro sólo sea resuelto en el espacio de la violencia desmedida e irracional (la prensa anuncia con titulares rimbombantes que el Comando Jungla ha detenido a un “terrorista” que participó en una pelea de borrachos, que invita más a la hilaridad que a tomarse las cosas en serio).
Miedo de que nos desaprovechemos la enorme oportunidad de reencontrarnos en la riqueza de la diversidad, en un diálogo multicultural y polifónico. Afortunadamente, a la oferta de la guerra fracasada, le sale al camino una propuesta pacífica y sensata. 50 carillas que compendian años de propuestas que dan cuenta de encuentros y desencuentros, pero que se esfuerzan por poner a los actores a la mesa, sin garrotes ni pertrechos bélicos. Sin pena y sin miedo, el Senador Francisco Huenchumilla, apoyado por senadores de diferentes sectores políticos (Quintana del PPD, Yasna Provoste de la DC, Deurresti del PS y Latorre del FA), nos dicen que nuestra Araucanía, nuestro Wallmapu, se puede reencontrar SIN PENA NI MIEDO.
En quienes vivimos en este territorio está la responsabilidad de recoger esta propuesta y empujar al Estado Nación a abrir las puertas a una solución pacífica, dialogada y democrática, que permita un nuevo presente y un mejor futuro… SIN PENA Y SIN MIEDO