Jorge Romero: En la región de la lluvia, escasea el agua
Si usted hiciera el ejercicio de pedirle a cualquier persona, de la zona central o del norte de Chile, que describa La Región de La Araucanía desde el punto de vista físico y geográfico, esa persona mencionaría nuestros volcanes, los lagos, los ríos y la lluvia. Que tienen en común ellos? La presencia del agua. Sin embargo, el principal problema ambiental en nuestra Región es la escasez de agua.
De un millón de habitantes, aproximadamente que viven en nuestra Región, un diez por ciento, es decir, unas cien mil personas, no tienen acceso al agua de manera cotidiana. Por lo tanto, las autoridades deben contratar el servicio de Camiones Aljibes, para que, a través de caminos generalmente en mal estado, los pueden surtir del vital elemento. Súmese a lo anterior, una gran cantidad de pequeños agricultores, que tampoco cuentan con agua para el cultivo de hortalizas y productos varios, lo que los mantiene en una situación de pobreza crónica, a la espera de subsidios y apoyos estatales.
Fue esta realidad siempre así?
Categóricamente NO.
El fomento de la plantación de monocultivos en tierras degradadas, fundamentalmente pino y eucalipto, estimuladas por altos subsidios a través del Decreto 701, dictado en Octubre del año 1974, fueron transformando grandes extensiones de terrenos destinados a la plantación de trigo o al cultivo de praderas para la crianza de animales, en una enorme masa de especies forestales exógenas, que fueron secando los cursos de agua y las cuencas hídricas, al punto de transformar a nuestra Región en un territorio herido, que vio como, a parte de los problemas de agua, desaparecía su agricultura, se destruían los caminos y los campesinos pobres se veían obligados a cambiar su pobreza del campo por la miseria de la ciudad.
La sabiduría y la tradición Mapuche nos ha enseñado que es el encuentro y el parlamento (KOYANG) la herramienta para dirimir los conflictos y construir una convivencia estable y duradera. El centralismo de este país no ha sido capaz de entender lo que pasa en nuestra Región, por lo tanto, ha llegado el momento de empezar a construir un gran KOYANG que nos permita recuperar nuestros recursos naturales y posesionar a nuestra Región como un lugar de interés turístico y cultural, con énfasis en el desarrollo agroalimentario, como un lugar clave para construir en la práctica el desafío de SOBERANIA ALIMENTARIA