Columna Patricio Poza: Una pandemia para explorar la solidaridad
Vivimos la crisis sanitaria más grave del último siglo, con pérdida de vidas humanas por miles y puestos de trabajo por cientos cada día. Es probable que sigamos con distanciamiento físico hasta 2022 o que convivamos con el virus hasta 2024, de no encontrar una vacuna.
Numerosos desafíos vienen por delante, siendo una buena etapa para explorar la empatía y la solidaridad. Por ejemplo, muchas personas se han movilizado de manera voluntaria para crear de manera gratuita equipamiento para el personal médico; otras, se han organizado en sus villas y poblaciones para apoyar a sus vecinos que están pasando por un mal momento.
Ese individualismo a toda costa en el que se salvan unos pocos, ha sido desnudado desde el 18 de octubre. Tal parece que el coronavirus es el punto de quiebre donde empezamos a subsanar aquello. Es que, si queremos salir juntos, necesitamos colaborarnos con actos tan sencillos como quedarse en la casa no solo por salvarse uno, sino para no exponer a un adulto mayor o a una mujer embarazada.
Esto considera pensar en soluciones colaborativas para preguntas que surgen en esta coyuntura: ¿Se extenderá la gratuidad a estudiantes de la Educación Superior? ¿Habrá consideraciones sobre los ramos prácticos que son requisitos para tomar otros cursos? ¿Se rebajarán los aranceles? ¿Es necesario seguir hablando de “perder el año” antes de pensar en la vida?
Porque a eso se resume todo: a resolver nuestros desafíos pendientes, a tejer lazos desde la empatía y la solidaridad, la cooperación y el altruismo. Aprovechemos esta oportunidad para ser cada vez mejores. Y, como escuché a un experto en materia de salud en un programa, hace algunas semanas: “a esta crisis entramos juntos y salimos juntos”.