Columna Myriam Soto: La pobreza en La Araucanía; Una cruda realidad
Durante estos últimos días, hemos confirmado por diferentes medios de información la situación de pobreza y extrema pobreza de nuestra Araucanía, los resultados de las mediciones nos ubican en el último lugar del país, superando el 17% de grupos y personas que pueden ser calificadas como en condición de pobreza y un porcentaje no menor de aquellos que sufren la extrema pobreza, realidad que nos coloca por sobre un 50% de la media nacional, esta cruda realidad de alguna manera abre un debate más bien político que una profunda preocupación por incentivar políticas públicas y medidas de seguridad social tendientes a reducir estas magras cifras.
Al revisar la prensa escrita local, autoridades de uno u otro bando, oficialistas y opositores se culpan unos a otros de esta condición socioeconómica de tantas familias de la región, no basta tener buena memoria para recordar slogan de campañas políticas, quienes la sustentaron en la oferta que en cuatro años “ erradicarán la pobreza” ( 2010), que pasó entonces con dicha promesa incumplida; el denominado “ Plan Araucanía Siete”, también fracasó, pues sus bases sustentatorias sólo se adscribieron a los mismos recursos presupuestarios que escasamente disponían los servicios públicos del entonces.
En la actualidad nuevamente nos vemos enfrentados a un nuevo plan, para cuya elaboración han viajado en reiteradas oportunidades a la región los ministros principalmente del área social, para el diseño de dicho instrumento de planificación se han sumado unos cuantos actores sociales, elegidos por la autoridad de turno, dejan do de lado aquellos actores públicos ,privados y comunitarios que efectivamente saben y conocen las carencias de la Araucanía, con estos procedimientos se construye “ EL PLAN IMPULSO ARAUCANIA” . El Presidente Piñera en ENELA 2018 ( Junio 2018) en su estilo : promete, señala, se compromete y afirma que se destinarán 8000 millones de dólares para el mencionado plan; pero por otra parte la autoridad regional informa en la prensa que hay que esperar la nueva ley de presupuestos para tener la certeza que dichos recursos comprometidos estarán disponibles para los programas y proyectos que incluye dicho plan, como alguien escribió al parecer le falta mayor impulso al citado Plan.
La pobreza y fundamentalmente la extrema pobreza, no sólo se debe expresar desde un punto de vista cuántico, sino que ésta condición es más que cifras, representa una multiplicidad de factores, que para cuya verdadera comprensión de la magnitud de la temática obliga a llevar a cabo una evaluación multidimensional, pues no solo se trata de la escacez de medios económicos, sino que también del acceso a la educación, la salud, los sistemas de seguridad social, una vivienda digna, la falta de un empleo más estable, la formación, capacitación y entrega de herramientas a los jefes y jefas de hogar, un cambio sociocultural para que, puedan salir de esta condición limitante para aspirar a mejores condiciones de vida para sus grupos familiares.
Es incomprensible como hoy en día existen administradores de los órganos de estado que indican que se está trabajando por un desarrollo integral, es que no se ha entendido, que estamos lejos de alcanzar esa condición, si ni siquiera se ha logrado superar las necesidades de subsistencia de tantas familias urbanas y rurales, mujeres , jóvenes y niños que viven y sufren una realidad de tremendas desigualdades, la brecha crece y da la impresión que se necesitará mucho tiempo y recursos no sólo públicos, sino también de los privados para transitar a un estado de más y mejor bienestar para los ciudadanos de nuestra querida Región.