Columna Iván Cerda: El prelado de los justos
El grado de prelado es únicamente otorgado por el Papa en la dignidad eclesiástica católica, honorífica de una jurisdicción territorial llamada diócesis conferido a un Obispo. Monseñor Sergio Contreras Navia (QEPD), era llamado por algunos el Prelado de los Justos, fue en la Araucanía un incansable luchador y defensor de los perseguidos, los excluidos, los pobres y los mapuches y quienes seguramente darán fe durante sus exequias de que pudieron reconocer en Monseñor Contreras el verdadero rostro de Cristo en su rol de Obispo. Su tenaz defensa de los Derechos Humanos la dirigió durante los años mas difíciles de un Chile dividido y peligroso, abrazando causas tan complejas como justas y ofreciendo protección y amparo a quienes recurrían a la iglesia perseguidos y ajusticiados por un régimen implacable y violento, donde la frágil memoria cívica nos ha ido borrando afortunadamente los horrores de las desapariciones, la pérdida de la libertad, el exilio y la muerte. Hoy se han ido cerrando lentamente las heridas, pero la historia la escriben los valientes como Monseñor Contreras quien fue extremadamente atrevido al asumir como Secretario de la Conferencia Episcopal para confrontar directamente al gobierno en los temas humanitarios y crear conjuntamente la Vicaria de la Solidaridad en Temuco en la búsqueda de la Justicia y la Paz para los perseguidos. Recordemos que muchas expresiones en esta diócesis quedaron injustamente marcadas aquel tiempo como testimonio entre grafitis, desaires y sin sabores de la gente para condenar inmerecidamente al Obispo que defendía los derechos y la causa de los mas débiles. Al parecer los escépticos y fanáticos de esos años conocen la verdad histórica de los hechos y han ido madurando en su conciencia la opinión de este valiente Prelado de los justos, que sin duda ya ha perdonado toda esa ira para seguir rogando desde el cielo por la unidad, el reencuentro y la paz de su querida diócesis para siempre.