Columna de Silvia Paillan: Wuñol xipantv o we xipantv: ¿celebramos?
Una agridulce sensación me genera la “normalización” de esta celebración del pueblo mapuche en el común de la sociedad. Hace poco más de una década era cosa de “indios”, hoy hasta se suman pidiendo que sea feriado.
Sin embargo, como muchas cosas que se normalizan, dan cuenta sólo de la forma y el ánimo festivo de muchos, y no de una cultura que se reconoce en el fondo.
Pues si hablamos de sopaipillas, catutos y carne, “¡de ahí somos!” Pero cuando se trata de hablar de permitir a las ñañas la venta de hortalizas en el centro de la ciudad, o al derecho que tenemos de si queremos o no ser parte de la consulta; y que decir de si usamos los conceptos de autodeterminación o escaños en el Parlamento. Ahí la cosa cambia, y dejamos de ser los “mapuches buenos”.
Parece mentira que una misma ciudad pueda vestirse con gigantografías invitando a celebrar la nueva salida del sol, cuando al mismo tiempo se oscurece con calles cercadas por fuerzas policiales.
Si usted lee esto y piensa que escribo desde la amargura o el resentimiento del que se nos culpa a los mapuche, le aclaro que no, me alegra el hecho de poder escribirlo e incluso decirlo en voz alta, cuando muchos lamngen están impedidos por relaciones laborales e incluso familiares, pues decir lo que se siente o piensa, en estos días en que enarbola banderas de democracia, parece que opinar sigue siendo el derecho de unos pocos: privilegiados, locos o rebeldes. Yo me sitúo en el último grupo.
Varios al leer mi bio en twitter me preguntan a qué me refiero con lo de “periodista/activista” , a lo que respondo, que creo en diversas causas (no sólo mapuche) y me cuadro con ellas desde la tribuna que tengo, la de comunicar, opinar, ver, saber y difundir.
Creo en el diálogo, pero no en que todo diálogo sea un nütram; usar palabras mapuches, no siempre es un acierto, sino poner la vara muy alta en las expectativas de quienes conocemos o intentamos aprender el real significado de ese tipo de conceptos, que como suele ocurrir en las traducciones de culturas ancestrales (pasa lo mismo con el japonés, por ejemplo) se quedan cortas, y caen en la trivialidad.
Les invito humildemente, a que si tienen la posibilidad de asistir a alguna ceremonia, acto cultural o reunión convocada con motivo del Wüñol Antü, asista con el ánimo de aprender, de convivir, despojado de prejuicios y le aseguro que descubrirá mucho en común. Y atención! que esto no se traduce en ir al campo exclusivamente; en la ciudad lo mapuche también se vive, con un concierto en el teatro municipal, un desfile de modas en Lautaro, un conversatorio en una universidad o la presentación de un comic inspirado en la historia mapuche, entre otros.
La invitación es a vivir la época de cambio que vivimos los pueblos originarios, un cambio que espero nos llegue a todos, sin distinciones, porque el renacer siempre es positivo