Columna de Silvia Paillan: “Primavera de Chile”
Han sido semanas difíciles, muchos creímos serían sólo días, pues desde el Gobierno vendrían las respuestas precisas o al menos a la altura de la demanda ciudadana, pero – a diferencia de lo que algún iluminado dijo- esto sí prendió.
La rabia que hemos podido ver y – muchos sentir- supera esa sensación de injusticia que experimentamos por momentos en nuestra vida y el “me duele Chile” suena a más que a frase cliché.
Me ha correspondido estar en la cobertura de algunas marchas en Temuco, debo reconocer que en todas hubo gente que quiere paz pero que con fuerza grita desde el alma ese dolor que nos había ahogado como sociedad y que se desborda con cada final de manifestación. Porque convengamos que – en todo tiempo y espacio de movilización- han existido los desadaptados de siempre, esos que destruyen sin explicarse bien el porqué, esos a los que les preguntas por qué marchan y te cercenan con la mirada sin emitir una sola frase que haga sentido y que van por la vereda opuesta a las cientos de pancartas en que se lee claramente el descontento. Sin embargo, sabemos también que eso no basta, pues hay estudios que hablan de la baja comprensión lectora y parece que también afecta a nuestras autoridades.
No sé si a estas alturas alguien tenga la solución, a esta crisis en que se habla de un Chile Despierto, pero también de un Chile que grita y exige, más allá de “la medida de lo posible” y se plantea desde la dignidad por costumbre.
En mi caso, como profesional de las comunicaciones me siento increpada cuando se habla de que la prensa miente, cuando el eje fundacional de ser periodista es ser “la voz de los sin voz”, y en mi caso eso intento. No creo en el periodismo “objetivo” creo en el periodismo con capacidad crítica que se posiciona desde la vereda a acercar las demandas de la calle a quienes tienen el poder de decisión para escucharlas, más allá de las encuestas.
Creo en la voz de la calle, creo en que como periodistas podemos hacerlo mejor, pues sé que las capacidades del ser periodista están dadas por mostrar el todo y no sólo quedarse con la versión – a ratos- distorsionada por la beligerancia del pavimento o la oficialidad.
No perdamos el capital de ser voz y ojos de una sociedad que nos demanda estar a la altura del conflicto. Es un momento en que todo aquello que vimos en teoría debemos aplicarlo, sin miedo. Si usted cree que soy condescendiente se equivoca, soy crítica de mi acción comunicacional que la he sentido históricamente como una acción política de comunicar con sentido de realidad. Agradezco el emplazamiento a ser mejor, a veces, las rutinas periodísticas nos hacen olvidarlo. ¡No lo sabremos aquellos que cubrimos en una región que muchos insisten en titular de terrorista!
Estos sucesos son una oportunidad para las demandas sociales, incluidas la mapuche, que por años ha estado más en las páginas policiales, pase a las de política o sociedad que es donde debiese debatirse.
Pero quiero un país que sea capaz de mirarse de a la cara y construir, los cabildos son la instancia para ello, para salir del panfleto y transitar a la propuesta. Pues a diferencia de lo que algunos quieren creer, la solución no está solo en las cúpulas de poder, sino en todos nosotros. Ya se inició la agenda… hoy es el momento de poner las prioridades, de sumarse al cambio hasta que se entienda que un nuevo Chile está naciendo, con dolor, como todo parto, pero con esperanza de que “crezca sanito”.