Senador Felipe Kast propone sistema “solidario” para financiar educación superior
Un correo electrónico le envió este martes el senador Felipe Kast (Evópoli) a todos los presidentes de partido, de Chile Vamos, de la ex Nueva Mayoría y del Frente Amplio.
En el e-mail, el parlamentario les planteó una propuesta que viene trabajando hace un largo tiempo y que ha esbozado públicamente hace algunos años, pero que ahora pretende reimpulsar: una fórmula que reemplace el sistema de gratuidad para financiar la educación superior. Esto, estableciendo un impuesto transitorio -o crédito contingente al ingreso- que permita financiar y ampliar la gratuidad.
“Durante el gobierno anterior se impulsó una reforma significativa conocida como ‘Gratuidad Universal’, que tenía buenas intenciones, pero que en la práctica ha tenido problemas graves en su implementación (…). Actualmente, el sistema cubre solo a 261 mil estudiantes, lo que significa que 914 mil estudiantes de pregrado no cuentan con gratuidad”, se lee en el correo, con el que busca sumar apoyos. Y se agrega: “Nuestra idea es invitar a todos los partidos a evaluar una solución alternativa, donde cada estudiante tenga gratuidad mientras se encuentra estudiando, para efectivamente garantizar el acceso a la educación superior, y que luego le devuelva al país un 10% de sus ingresos futuros, por un plazo máximo de 10 años, y con un tope máximo equivalente al monto real que el Estado invirtió en cada estudiante. Esto significa pasar de una ‘gratuidad egoísta’ a un ‘sistema solidario’”.
El tema, en todo caso, no es exclusivo de Evópoli. Durante el debate por la reforma educacional del gobierno de Michelle Bachelet, el abogado Fernando Atria (PS) y algunos dirigentes del Frente Amplio plantearon una idea similar. De hecho, Kast ha conversado en los últimos meses este asunto con parlamentarios de esa última coalición.
En privado, el senador ha sostenido diálogos con los diputados de RD Miguel Crispi y Giorgio Jackson sobre la idea, conversación que espera retomar en estos días para sumar un apoyo transversal.
“El gran drama que tiene la gratuidad es que ocurren dos grandes problemas. Uno, que muchos estudiantes de educación superior se quedan sin gratuidad porque no pertenecen al 60% de menores ingresos; y dos, nos gastamos una cantidad de recursos tremendamente grande en cierto grupo de personas que después en la vida nunca le devuelven la mano al país. Es un subsidio muy regresivo”, explica Kast.
“Hoy lo que está pasando es que esa gratuidad la pagan las personas que pagan IVA, las personas que pagan impuestos, y no la pagan, desgraciadamente, las personas que reciben el beneficio, aun cuando les va bien después”, enfatiza el senador de Evópoli.
La idea implica que todos los estudiantes de educación superior paguen, una vez que terminen sus carreras, un impuesto del 10% de sus ingresos por un período máximo de diez años. Esto, extinguiéndose la deuda en cualquiera de estos dos escenarios: cuando se cumplen esos diez años o si la persona logra cubrir el monto que le aportó el Estado antes de ese período.
“Esto es muy parecido a la propuesta que, en su minuto, plantearon Fernando Atria y otros, de un impuesto a los graduados, con una gran diferencia: la diferencia es que este impuesto tiene un tope, que es hasta que esa persona devuelva lo que el Estado le dio. Por lo tanto, no es un impuesto permanente”, recalca Kast, agregando que se podría establecer un año de gracia antes de comenzar a pagar ese impuesto.