Senador Huenchumilla : “somos un partido de oposición, no partidarios de un gobierno de derecha”
Sorpresa causó en la Cámara Alta la decisión del senador DC Francisco Huenchumilla de poner en tabla en la Comisión de Constitución el proyecto de matrimonio igualitario. Y esa era la idea, cerrar su año como presidente de esa instancia de una manera particular. Pero el legislador también jugó otros roles el pasado año, especialmente por su mirada sobre el conflicto en La Araucanía, lo que lo llevó a visitar La Moneda en más de una oportunidad para buscar soluciones y avances en la zona.
A semanas de cerrar el año legislativo, el senador hace su evaluación y repasa los temas que han marcado su primer año en el Senado.
¿Cuál es su balance de este primer año parlamentario?
En términos personales, es un balance muy positivo, porque me ha correspondido presidir una comisión que tiene un buen sistema de trabajo, proyectos muy importantes y donde ha habido un ambiente muy adecuado. Ha sido un gran desafío intelectual y político y estoy muy feliz de este paso por el Senado y por la presidencia de la Comisión de Constitución.
¿Y en términos más generales?
Ha habido mucho proyecto que venía de arrastre de periodos anteriores, ya sea del gobierno anterior o de mociones parlamentarias. Esperamos que este año 2019 sea el año de los proyectos estructurales del gobierno, pero no hemos tenido en este año 2018 un proyecto estructural de parte del gobierno.
Uno de los temas que marcaron la agenda fue la muerte de Camilo Catrillanca, ¿ha habido avances en la materia desde su asesinato?
Después de esa tragedia entramos a una navegación sin viento, donde el buque del Estado está varado en medio del océano y no se ha movido. Entiendo que la muerte de este joven produjo un efecto político y un cambio de agenda del gobierno, donde se paralizó su agenda y donde todo lo que se había hecho en La Araucanía volvió a fojas cero. Entonces, quiero entender que esto ha producido una cierta parálisis en el gobierno.
¿Todavía existen responsabilidades políticas que discutir?
Siempre hay una responsabilidad política de los gobernantes, porque ellos son los que conducen el Estado y los que tienen que resolver las situaciones críticas que se produzcan. Eso sigue pendiente en la medida en que uno esté esperando medidas que tome el gobierno. Hasta este minuto se hicieron responsabilidades con el intendente, se hicieron responsabilidades a nivel de Carabineros y, entonces, seguimos esperando qué es lo que viene.
¿Cómo evalúa la gestión del intendente Jorge Atton?
Jorge Atton es un profesional del área de la ingeniería, de la informática, pero ahora está metido en una responsabilidad netamente política, con la intendencia más complicada que hay en todo Chile. Ser intendente de la Región de La Araucanía es una pulsión permanente de puros conflictos, de puros problemas. Lo he visto muy cauteloso en tomar decisiones, en comunicarse con los distintos actores, en interactuar con la prensa, entonces el peligro está en que por ser demasiado cauteloso tengamos una inactividad. No lo hemos visto ejercer un liderazgo, probablemente propio de esa cautela que está teniendo. Eso es muy comprensible del punto de vista humano, pero ese es el desafío político que tiene alguien que asume la Intendencia de La Araucanía.
Y ¿cómo lo hizo usted cuando estuvo en la intendencia?
En esto no hay receta, es solamente gestión política, conocimiento e intuición. Uno lo que tiene que hacer es ir de frente con los problemas, no eludirlos, y no eludir el diálogo con nadie. Por eso que lo primero que hice cuando fui intendente fue ir a Temucuicui, donde estaba el corazón del conflicto. Lo mío fue el diálogo con todos los sectores, como por ejemplo la visita tan controvertida que hice a Celestino Córdova, donde todo el mundo me criticó. Pero esa fue una decisión política, de adelantarme a un conflicto, y eso es lo que tiene que hacer el liderazgo, uno tiene que ir para adelante y no quedarse paralizado.
¿No cree que hay falta de autocrítica de la gestión que hicieron cuando eran gobierno?
Eso es un déficit, efectivamente, de la centroizquierda y de los gobiernos de la Concertación y de la Nueva Mayoría. Llevamos muchas muertes que sucedieron en ese tiempo, como la de Alex Lemún, Matías Catrileo, Jaime Mendoza; la Operación Huracán. Esas cosas sucedieron en el gobierno de centroizquierda y hay una deuda en reconocer los errores que se han cometido. Yo pedí perdón al asumir la intendencia por los errores del Estado chileno y por los errores propios también. Hace falta que la centroizquierda, pensando en reciclarse para ofrecerle al país una cosa distinta, haga esa autocrítica, eso la enaltecería.
Recientemente, el senador Felipe Harboe planteó que para la reforma a Carabineros el gobierno debe hacer una profunda reforma al TC. Según usted, ¿se tienen que condicionar ambos temas?
Hoy hay una crisis de confianza y de credibilidad en Carabineros y tampoco hay consenso respecto del Tribunal Constitucional. Cada vez que el TC se pronuncia se producen diferencias y conflictos entre los distintos sectores políticos, por lo tanto, hay un consenso de que tenemos un problema con el TC, por lo tanto, el tribunal tiene que ser objeto de una reforma profunda. Sin embargo, Carabineros es una institución muy clave e importante para la seguridad del país y no puede estar sujeto a condicionamientos. Una cosa es que tenemos que hacer una reforma al TC, pero la reforma a Carabineros tiene que ser pura y simple, sin condiciones.
¿La DC se ha transformado en el paradigma de los acuerdos para el gobierno? En casi todos los temas han tratado de llegar a acuerdos con su partido…
Yo no diría que la DC sea el paradigma de los acuerdos con el gobierno, lo que sí noto es que hay una predisposición de sectores de la DC en buscar los acuerdos con el gobierno. En esto uno tiene que ser muy claro con la gente para no tener ambigüedades: nosotros somos un partido de oposición, no partidarios de un gobierno de derecha. Nosotros queremos ser una alternativa al gobierno de derecha y para eso tenemos que tener un perfil, una identidad, un cuento diferente. Si nos mimetizamos con la derecha, la gente no nos va a distinguir, qué es lo que somos. Ser oposición nos permite definirnos claramente como una alternativa frente a la derecha y es lo que hemos tratado de hacer en el Senado. Otra cosa es que puntualmente respecto de algún proyecto de ley pueda haber acuerdos puntuales.
La directiva DC muchas veces ha llegado a La Moneda a dialogar sobre temas particulares….
Lo que uno tiene que tener en vista son cuáles son los objetivos que perseguimos a largo plazo y, en ese sentido, no somos un partido de colaboración, somos un partido de oposición. Cada proyecto lo votaremos en su mérito, pero la idea es tener una identidad propia frente al país.
¿Coincide con su directiva en que la DC tiene que encabezar un gran pacto económico-social?
No soy partidario de algunas propuestas maximalistas que hay respecto de este tema. Yo sería partidario de un gran acuerdo entre las fuerzas de oposición para enfrentar el futuro que nos viene, esa es la primera tarea. No creo que el país esté en crisis para que pudiéramos decir que aquí se requiere un gran acuerdo nacional.
La senadora Ximena Rincón reconoció su disponibilidad para ser candidata presidencial. ¿Usted estaría disponible también?
He tenido muchas, no sé si decir peticiones, pero opiniones de gente que me lleva a eso, pero la experiencia que me ha dado el haber pasado por un recorrido completo en el Estado, me permite mirar con tranquilidad la vida. Soy hoy un senador sin ansiedades, a lo mejor en otra etapa uno se pone ansioso, pero yo con toda la experiencia que tengo de conocer el funcionamiento de esto, no tengo ninguna ansiedad. Estoy muy feliz con lo que hago y con mi vida.
¿Y si le pidieran?
Bueno, uno nunca sabe los escenarios hipotéticos que puede haber para el futuro, es verdad, pero no trabajo en base a hipótesis, yo trabajo en base a realidades. Hoy no soy candidato presidencial.
La Tercera