Se conoce documento donde Errazuriz reconoce que prefirió no hacer nada en el caso Karadima
Hace un año y medio estaba pendiente la audiencia ante la novena sala de la corte de apelaciones de Santiago en la que, tras una serie de postergaciones, escuchó los alegatos de los denunciantes de Fernando Karadima y el Arzobispado de Santiago por la demanda que acusa una negligencia en el actuar de la Iglesia ante las denuncias por abusos sexuales cometidos por el ex párroco de El Bosque.
Aquí se presentó un inédito documento que data del 2009 en el que se expone una carta enviada por el Cardenal Francisco Javier Errázuriz al nuncio Apostólico Giussepe Pinto en la que reconoció que ante la inverosimilitud de las denuncias y su antigüedad, la investigación fue cerrada.
“Hay acusaciones de hechos ocurridos hace algunos años que pesan contra este sacerdote carismático. Las denuncias fueron presentadas recientemente. Bien sabemos la amenaza de escándalo que se esconde tras las denuncias de abusos sexuales”, dijo.
Se comunica en la Carta que el Cardenal Errázuriz optó por informar esto a un promotor de la justicia, lo que fue reprochado por dos obispos por “dar crédito a los acusadores”.
De todas formas Errázuriz informó bajo el argumento de que “esto normalmente calma la agresividad de los acusantes”, pero que “por respeto a Karadima, le pidió no tomarle declaración”.
Finalmente agrega que se trataba de hechos prescritos y cerró la investigación sin responsables. “así quise protegerlos, consciente de que mi manera de proceder, si los acusadores llevasen algún día el caso a la prensa, se volcaría en contra de mi”, añadió.
El abogado de las víctimas Juan Pablo Hermosilla señaló que esta prueba les sorprendió y que “es muy importante porque es una carta en la que él (Errázuriz) contradice todo lo que ha dicho bajo juramento en sus declaraciones”.
El argumento presentado en la audiencia por primera vez para ser incluido en el expediente, descolocó a la defensa del Arzobispado. El abogado Nicolás Luco inició su alegato reconociendo que “fue un error grave haber dudado de las denuncias fundadas en la buena reputación del sacerdote acusado” y que el Arzobispado de Santiago “no supo escucharlos con apertura y atención y no supo reaccionar a tiempo. Reiterando además el perdón que se les ha pedido a las víctimas por estos “errores”.
La contradicción del perdón y los nuevos antecedentes fueron los puntos álgidos de esta audiencia en la que estuvieron presentes José Andrés Murillo y James Hamilton quienes insisten en la responsabilidad del arzobispado como una organización que facilitó la comisión de los delitos del ex párroco de El Bosque para proteger los intereses de la institución.
“Es curioso escuchar a la defensa de la Iglesia Católica pedir perdón, reconocer incluso que hubo error en algún momento y al mismo tiempo decir que hicieron todo lo correcto y todo bien”, señaló Murillo. Por su parte James Hamilton agregó que “aquí lo que queda en claro es que aparecieron pruebas muy contundentes acerca de la criminalidad de Errázuriz en una carta que le envió al Nuncio, donde explícitamente habla de que cerró la causa Karadima”.