Eugenio Tuma: ¿Hablemos de cambios?
Chile y la Araucanía cambiaron, qué duda cabe, nuestra diversidad ingresará por la puerta ancha del proceso constitucional de la mano de representación paritaria entre hombres y mujeres, con una amplia representación de independientes, de dirigentes territoriales y con la participación de los representantes de los pueblos indígenas.
Un primer cambio significativo es que en la Constitución se reconocerá el carácter plurinacional de nuestro país, esto quiere decir reconocer que nuestro país está conformado por pueblos indígenas que habitaron el territorio antes que se formará al estado de Chile. Este reconocimiento ya no podrá ser frenado por los sectores de derecha y conservadores que se han negado a este reconocimiento mínimo.
Un segundo cambio es que el reconocimiento de los pueblos indígenas será definido con la participación directa de sus representantes. El pueblo mapuche tiene voz propia, no requiere ser representado por nadie, así se expresó en las urnas en la elección de convencionales, alcaldes, concejales y gobernador regional.
Los pueblos indígenas votan por sus representantes indígena y por lo tanto no hay excusa para promover el diálogo.
A los representantes electos se suman las autoridades tradicionales en cada territorio. Promover diálogos y una relación horizontal, simétrica y respetuosa es un desafío para el próximo Gobierno regional.
Otro cambio sustantivo es que las demandas del pueblo mapuche interpretan ampliamente a la sociedad chilena. La no discriminación, la exigencia de Justicia en la restitución de tierras y territorios, el respeto a la diversidad cultural, la participación política deliberante y el respeto a la naturaleza son anhelos de toda la sociedad.
Lo expreso con humildad, debemos reaprender a construir relaciones horizontales basadas en el ejercicio de derechos. Estamos frente a cambios sustantivos, no cosméticos y eso implica asumir una nueva perspectiva, decir las cosas por su nombre. El pueblo mapuche tiene la legítima aspiración a ser reconocida como una nación, cómo no lo voy a entender si toda mi vida he solidarizado y luchado por la causa del pueblo palestino.
La nueva sociedad exige nuevos estándares, participación efectiva, espacios deliberativos, control social de las autoridades sobre las promesas y su cumplimiento, trabajo en terreno y sobre todo un diálogo franco y respetuoso. Ese es mi compromiso como Gobernador regional, la experiencia y trabajo en terreno, el conocimiento de la región y el conocimiento del funcionamiento del Estado lo pondré al servicio de esta nueva región de esta nueva sociedad que exige cambios profundos transformaciones reales definidas junto a los territorios comunidades y el pueblo mapuche. La región no puede continuar siendo una zona de sacrificio y menos un territorio militarizado el cambio propuesto por la derecha ya lo conocemos fracasó en la moneda y fracasó el araucanía
Con nuestra región no se improvisa, no se ensaya y menos puede quedar en manos del representante del gobierno de Piñera, de un gobierno que fracasó y que lo único que ofrece es represión y migajas por las que pide aplausos, lo que está en juego es nuestra dignidad y eso no se tranza,
Esto es Araucanía Para Todos, más que un slogan o un estilo de hacer política, constituye la única salida pacífica a esta mal llamada zona de conflicto.