Muertes por Coronavirus: Contralor advierte de sistema “rudimentario” y cifras “parciales” de Minsal

“Me pone en aprietos su pregunta”, afirmó en reiteradas ocasiones el contralor Jorge Bermúdez al abordar los alcances de la auditoría que realizó el organismo a los mecanismos de registros de casos y defunciones por Coronavirus.

El jefe de la Contraloría acudió a la comisión investigadora de la Cámara de Diputados que indaga las diferencias en las cifras entregadas por el gobierno en sus balances diarios y las que detectó el organismo tras realizar una auditoría.

“No hay ningún país que realmente haya estado preparado para enfrentar esta pandemia (…) tampoco es un misterio que las cifras han sido cuestionadas en distintas partes”, admitió Bermúdez al iniciar su exposición.

El contralor recordó que el objetivo de la auditoría del organismo buscó comprobar  si la cantidad de casos registrada en la plataforma Epivigila era “fidedigna e íntegra y que se hayan tomado medidas para el ingreso, procesamiento y reportabilidad de los datos” y determinar si fueron estos los datos utilizados por el Minsal.

Y, según detalló, uno de los elementos llamativos de la auditoría fue que el sistema implementado por el Minsal para recibir notificaciones de casos sospechosos por parte de laboratorios se enviaba a través de formato PDF, lo que según Bermúdez dio cuenta de “fragilidades en el sistema, porque no permite su análisis en cuanto a datos”.

“La tecnología utilizada es bien rudimentaria” complementó Bermúdez, reconociendo eso sí que con el paso de las semanas se hizo el traspaso a planillas excel, lo que permitió mejorar el uso de los datos.

Del mismo modo, otro de los aspectos que detectó la Contraloría es que hubo profesionales que no llenaban la plataforma Epivigila en forma oportuna.

“Si Epivigila no tiene todos los casos, hay una imposibilidad de hacer un control efectivo de todas las personas que estaban contagiadas”, afirmó.

Estos y otros factores fueron parte de la auditoría conocida a fines de agosto, que reportó un “menor numero de casos informados, casos confirmados pero no reportados e inconsistencias en los registros”, y que alcanzó una diferencia de 34 mil 542 contagios al 8 de junio. 

¿A qué se debía esta diferencia? A que los reportes que entregaba el ministerio solo consideraban los casos notificados y que tuvieron un PCR positivo.

En cuanto a las muertes por coronavirus, Bermúdez recordó que en la auditoría “se constata un numero menor de fallecidos”.

Una conclusión a la que el organismo llegó luego de revisar las bases de datos del registro civil de personas con causa de muerte atribuida como COVID-19, pero buscando además otras acepciones del concepto (coronavirus, SARS-COV-2 e incluso Covid, sin el número 19).

Del mismo modo se incorporaron fallecidos sospechosos de COVID-19 y se revisaron bases de datos para buscar a personas que tuvieran como causa de muerte una enfermedad respiratoria, pero que tuvieran un PCR positivo o que figuraran pacientes con coronavirus en Epivigila; además de casos confirmados pero que su causa de muerte no decía relación con enfermedad respiratoria (falla multisistémica, paro cardio-respiratorio)

En cambio, explicó, se dejaron fuera personas fallecidas por suicidio, homicidio, u otros no atribuibles a la pandemia.

Fue este análisis el que permitió corroborar al 9 de junio el Minsal había informado 2.290 defunciones menos que las detectadas por el órgano contralor.

“Los reportes oficiales entregados a diario por el Minsal presentaban información parcial respecto de los fallecidos, por cuanto no consideró criterios utilizados por el DEIS en esta materia, pese a que de acuerdo con sus atribuciones a este último le corresponde llevar las estadísticas oficiales”, afirmó.

Luego de esto, el 17 de julio el Minsal informó un cambio de criterios, que consideraba como fuente las cifras registradas por el DEIS a través de una combinación de factores, tras lo cual la Contraloría hizo un nuevo análisis de casos reportados.

Así las cosas, al 23 de julio existían 4176 decesos sospechosos y 8.838 confirmados, pero los sospechosos solo se informaban en boletín epidemiológico y no en reportes diarios, precisó Bermúdez. A esto se suman las dudas sobre cuál de los dos criterios se utiliza, por ejemplo, para calcular la letalidad de la pandemia.

“Esto no permite una interpretación armónica de las cifras”, advirtió el contralor.

Este lunes el gobierno informó de 57 nuevas muertes, lo que arroja un total de 12.698 a lo que va de la pandemia. Una cifra que difiere de los 16.996 muertes contabilizadas en el boletín epidemiológico, y que incorpora casos sospechosos.

¿En qué se basaba La Moneda para tomar sus decisiones, casos confirmados o sospechosos? se le preguntó.

“Eso no lo sé, respondió, pero advirtiendo que sea cual fuera, eran datos que “tomaba la autoridad para tomar decisiones, de decretar o levantar cuarentenas, incluso para repartir recursos”.

Por otro lado el contralor remarcó que acá “uno habla de cifras, pero hablamos de personas que fallecieron, 13 mil familias que perdieron un ser querido”.

Consultado por qué se mantiene la diferencia, dijo que “no lo sé”, pero que en la actualidad las bases de datos analizadas por contraloría coinciden con el número de fallecidos informados en el Boletín Epidemiológico. Sin embargo, en varias oportunidades, Bermúdez advirtió que este documento es un apartado en las cifras oficiales disponibles en la web del Minsal y no son las que se informan diariamente.

La auditoría de Contraloría se suma a la indagatoria que realiza el Ministerio Público por las muertes producto de la pandemia y donde la fiscalía ha acusado una manejo “sui generis” de los datos por parte del anterior ministro de Salud, Jaime Mañalich, y donde funcionarios de la cartera han declarado que este contaba con un sistema “paralelo” para contabilizar los casos, desestimado los datos entregados por Epivigila. A esto se suma una acusación constitucional contra el ex titular del Minsal, quien -sostienen los parlamentarios que interpusieron el libelo- habría “ocultado” cifras.

Fiscalizar es “parte del ADN” de Contraloría

La exposición del contralor en la cámara ocurre a solo días que parlamentarios de Chile Vamos solicitaran a la Organización Latinoamericana y del Caribe de Entidades Fiscalizadoras Superiores (Olacefs) pronunciarse sobre el actuar de Bermúdez, a quien lo acusaron de actuar con un “sesgo ideológico” en la indagatoria sobre las cifras del Minsal.

Aunque no los mencionó explícitamente, Bermúdez aludió a quienes han “cuestionado” a la Contraloría, señalando que se trata de un “organismo que vela por el cumplimiento normativo”.

“Lo que nosotros siempre estamos haciendo es que se cumpla con la normatividad, tanto la ley como los protocolos”, remarcó Bermúdez, haciendo ver que al estar regidas por protocolos como la alerta sanitaria, el actuar de las autoridades durante la pandemia pasa a ser un tema a fiscalizar por parte del organismo.

Y no solo eso: Bermúdez remarcó que fiscalizar “es parte del AND de un órgano de control externo como la Contraloría”.