Columna de Eugenio Tuma: Reactivación económica y el “Hogar “

Que duda cabe de la importancia de la Familia para cada ser humano, la que se ha visto exacerbada en la actualidad por las medidas de aislamiento exigidas de cumplir en la pugna para vencer el COVID 19, en unos casos en domicilios diferentes para con los padres o hijos y nietos o en otros en la misma vivienda. En este último caso, el sentido de Familia se acentúa porque comparten mas tiempo para expresar y sentir los afectos y cariños entre cada uno de sus miembros, el “hogar “lo asociamos siempre a compartir con nuestro seres queridos una casa.  Y cuando la familia crece se desea necesariamente crear otro hogar con otro techo y si eso no está disponible y cuando los espacios son reducidos y se crean condiciones de hacinamiento entonces se desdibuja el concepto del “hogar.

El crecimiento de la población entonces debe ir acompañado de instrumentos creados desde las políticas públicas para satisfacer una demanda cada vez más creciente y desafiante, por ello cuando el Estado no destina los recursos y las herramientas necesarias a tiempo para disminuir el déficit de vivienda,  la presión de las nuevas familias por crear su hogar en una casa propia se vuelve inmanejable.

Durante el primer gobierno del Presidente Piñera (2010-2014) se anunció una política expansiva en materia de subsidio a la vivienda en el que a través de numerosos actos públicos en gimnasios y estadios llenos de esperanzas por hacer realidad el “sueño de la casa propia¨,  se entregaron cientos de miles de certificados con el anhelado instrumento. Pero estas ilusionadas familias no encontraron en el mercado la respuestas a sus demandas y el papel que poseían no les servía de nada, pues sólo fue un espejismo porque las familias lo que pedían era una casa de verdad y no un cartón.

El siguiente gobierno de Michel Bachelet (2014- 2018), se encuentra con esta demanda insatisfecha y que además había que hacerse cargo de todas la nuevas demandas a través de las postulaciones de miles de comités a lo largo de todo el territorio nacional.

Por ello en 2015 se crea el DS19 que incentiva al sector privado a ofrecer al mercado, el que se orientaba especialmente en los sectores emergentes ya que tenían un complemento con el subsidio pero se financiaban con recursos propios o accedían a un crédito bancario, concentrando la oferta mayormente en departamentos por la restricción de suelos . Y es en este cuadro en el que se crea una herramienta para integrar a esos proyectos un porcentaje con la viviendas sociales. De esa manera se fueron traduciendo los cartones en soluciones habitacionales, sin embargo,  una buena parte de las familias vulnerables no han querido acogerse a este plan puesto que su deseo es una casa y no un departamento. En tanto los proyectos de integración no se han podido terminar porque no se encuentran los interesados que cuenten con el famoso cartón, quedando disponibles muchos departamentos sin asignar y muchas familias sin solución habitacional porque a ellas sólo se les entrega el subsidio una vez que tienen el proyecto que es distinto al de integración social.

El mercado inmobiliario está en constante movimiento y responde a las realidades que van cambiando entre sus demandantes y cuando se trata de viviendas sociales se mueve de acuerdo al diseño de los instrumentos que dependen de las políticas públicas de cada gobierno las que deben ser dinámicas de acuerdo a esas realidades en cada entorno económico social.

Pues bien parece indispensable entonces introducir modificaciones a DS19 para conciliar la demanda y la oferta que he descrito.

Por las consecuencias de las medidas de resguardo de la población contra el corona virus ,el Estado debe hacerse cargo y adelantarse a los efectos en el del desempleo, de la pobreza y también del nivel de hacinamiento, ya que aquellos que podían arrendar, hoy no será factible por la pérdida de una parte si no de todos sus ingresos.

Por ello es que en el escenario de la post- pandemia se requiere levantar la economía con políticas de reactivación y generación de empleo , estimulando el rubro de la construcción recogiendo la oferta del sector privado, cuya función tiene mayores fortalezas en uso intensivo de la mano de obra y el efecto multiplicador en sectores vinculadas a ella, lo que permitirá atender con mayor prontitud la demanda de más y mejores viviendas y la formación del “hogar” que tantas familias anhelan.