Columna pastor Estaban Fonseca: “Pero debes saber esto, que en los últimos días vendrán tiempos difíciles”
2 Timoteo 3:1-5
Sin ninguna duda, los tiempos que estamos viviendo son días finales que nos avisan el regreso de Cristo. Cada día que pasa, nos enteramos de más hechos de violencia y un sinfín de atrocidades.
Después de lo que sucedió en el Edén con Adán y Eva, el hombre no se ha podido parar por si solo aun cuando se proponga ser mejor cada día. Su naturaleza pecaminosa le sigue llevando por caminos equivocados y finalmente hace lo que se le da la gana.
Si miramos nuestra amada región, la región de la Araucanía, llena de historias tristes y conquistas. Se comenta que en la Araucanía ya no existe la paz. Un grupo de violentistas, dice debemos defender nuestros derechos y para ello siembran el terror en los campos, violentan los campos bajo el manto de la noche oscura quemando la propiedad ajena y costosos elementos de trabajo. Ellos dicen “Defendemos nuestros derechos”, para ellos eso es lo que vale y no apuestan por sus obligaciones o responsabilidades.
Volviendo la página, hoy en pleno siglo XXI, podemos escribir una larga lista de atrocidades hechas por el hombre. Son escalofriantes las noticias: padres que abusan de sus hijos, niños violados, maltratados y muertos. El hogar está en crisis, la familia está en crisis. Los hijos se levantan contra sus padres, padres abusadores, ausentes, alcohólicos y drogadictos. Por otro lado, la familia se destroza, cada vez más separaciones, engaños, adulterios. La lista es grande y más aún hay que sumar las injusticias, la corrupción a todo nivel. Más encima los congresistas de todos los países, los elegidos por el pueblo, los que se han ganado la confianza de la gente, aprueban leyes que nos llenan de indignación y que atentan contra la buena moral y contra Dios mismo. Dicen que son cristianos, que creen en Dios, pero van en contra sus principios revelados en la Biblia.
Razón tiene Dios cuando usando a un hombre como Pablo, nos transmite lo que verán nuestros ojos y escucharán nuestros oídos en estos últimos tiempos. Les animo a que se detenga a considerar las palabras que este santo apóstol, le escribe a su hijo en la fe llamado Timoteo.
Le dice que, en estos tiempos finales habrán hombres amadores de sí mismos, avaros, jactanciosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a sus padres, ingratos, irreverentes, sin amor, implacables, desenfrenados salvajes, aborrecedores de lo bueno, envanecidos, amadores de los placeres y no amadores de Dios, antes que regrese Cristo a buscar a los suyos, ha de generarse un caos moral sin precedentes. Todo lo que es malo subirá a niveles que ni siquiera imaginamos. La única solución es que el hombre y la mujer bajen la guardia y se acerquen al Dios vivo, al verdadero al que envió a su Hijo Jesucristo para darnos salvación, paz y seguridad. Si le mirásemos a él, si le miráramos a El que transformación de vidas habría.
Dios nos ayude