Caso Hasbún revive el fantasma del financiamiento de las campañas políticas de la derecha

Después de su rotundo fracaso en las parlamentarias de 2017, cuando intentó sin éxito ser elegido senador por La Araucanía, el exdiputado UDI Gustavo Hasbún estaba alejado de la primera línea de la política. Pero su reaparición, de la mano del caso audios, volvió a reinstalar en la derecha el fantasma de los episodios de corrupción, salpicó a figuras del Gobierno como el ministro de Economía Lucas Palacios, y sacó de debajo de la alfombra de la derecha el tema del financiamiento irregular de campañas políticas.

La trama que tiene de protagonista al exalcalde y exdiputado con el empresario Bruno Fulgeri, excontratista del MOP, si bien se inició con una denuncia del exintendente Jorge Atton en octubre pasado, recién fue develada este fin de semana al conocerse una grabación donde Hasbún le ofrece al dueño de la constructora SGYC hacer gestiones –incluso con Palacios, entonces subsecretario del MOP–, advirtiéndole que “ojo, que esto cuesta plata”.

Mientras la Fiscalía abrió una investigación por presunto cohecho y tráfico de influencias, y ahora pone el foco en si hay un “patrón de conducta” en otros casos en La Araucanía, las acusaciones entre Hasbún y Bruno Fulgeri han ido escalando.

Platas de campaña

El empresario estuvo en el matinal de CHV, donde acusó a Hasbún directamente de pedirle apoyo para su campaña política a senador por la zona. “La primera vez que veo a Gustavo Hasbún es en mi casa para las elecciones de parlamentarios en La Araucanía, febrero de 2017, incluso antes. Él llega a mi casa para solicitarme apoyo, porque es conocida mi tendencia política en la zona, yo apoyé el Gobierno, voté por este Gobierno, voté por Gustavo Hasbún. Yo colaboré en las campañas”, relató.

Es más, del contratista dijo que Hasbún llegó junto a Henry Leal, quien en ese momento era candidato a diputado por la UDI y actualmente es seremi de Obras Públicas. Según Fulgeri, estas solicitudes eran “económicas y camionetas para el traslado de personas (…). Le pasé furgones”, asegura.

El mencionado Henry Leal declaró a La Segunda que “es indignante que involucren a terceras personas, no tengo nada que ver en este cuento, soy absolutamente inocente” y descartó haber pedido apoyo económico a Fulgeri. “Nunca le pedí un peso ni me colaboró con un peso”, contestó. Sin embargo, respecto a Hasbún, mantiene la duda, señalando que “desconozco si lo apoyó o no, pero a mí jamás”, añadió.

Leal fue respaldado por el intendente de La Araucanía Víctor Manoli, quien dijo a Radio Cooperativa que “aquí hay una venganza probablemente producto que a él (el empresario) se le terminaron los contratos porque había incumplido y además se le hicieron efectivas las garantías que tenía”, añadió.

El caso Hasbún revive de este modo el fantasma del financiamiento de las campañas políticas de la derecha. Curiosamente uno de los actores que salió a opinar fue el senador UDI Iván Moreira, quien entró al debate para poner las “manos al fuego” por Lucas Palacios. El tema es que Moreira es todo un emblema de los escándalos de platas políticas:  fue formalizado por boletas falsas en el caso Penta y solo consiguió suspender procedimiento gracias a un acuerdo con la Fiscalía previo pago de $35 millones.

Hasbún se querella

En medio de esta polémica, el exdiputado Gustavo Hasbún optó por la vía judicial y anunció esta tarde que interpuso ante el Juzgado de Garantía de Temuco una querella por injurias contra el empresario que lo acusó de cohecho.

“Se ha afectado gravemente la honra de nuestro representado y vamos a hacer todas las gestiones que estén a nuestro alcance para que se establezca la falsedad de la esta denuncia”, dijo al respecto Mario Vargas, defensor del exparlamentario.

De acuerdo al libelo, el empresario entregó declaraciones “falaces” e “injuriosas”. “El referido audio ha sido interpretado dolosa y mañosamente por parte del querellado, toda vez que este no refiere a la coordinación de una coima o pagos irregulares, sino que versa sobre una asesoría que el señor Fulgeri me solicitó debido a que él estaba teniendo problemas con la ejecución de algunos contratos con el MOP en La Araucanía, asesoría que, obviamente, tiene un costo en honorarios profesionales”, señala.

En conversación con los medios esta tarde, Vargas señaló que se trata de hechos que se remontan a febrero 2019 y “más de un año después se hace esta denuncia (…). Es una acción de aprovechamiento del señor Fulgeri con el objeto de denostar a mi representado”.

“Patrón de conducta”

Más allá de esta arista, en la Fiscalía confirmaron que trabajan en la tesis de que exista un “patrón de conducta” en el MOP en La Araucanía, por lo que se indagan otras irregularidades.

El mismo Fulgeri dijo en Chilevisión que en la región “hay una mafia que está estructurada” y el diputado de Evópoli Andrés Molina denunció que existe “una situación de coimas más mucho más grande”. “Hace rato veníamos escuchando cómo trataban a las pequeñas empresas para extorsionarlas y apretarlas para pagos”, dijo el parlamentario a El Mercurio.

Es más, Molina apuntó a Hasbún, señalando que “me imagino que tiene toda una red al interior del MOP que puede resolver todo en tres minutos cuando no se resuelven en un año”.

A estos se suman las declaraciones el exfiscal del Ministerio de Obras Públicas en La Araucanía, Cristián Ríos, quien también actualmente está imputado por cohecho. El exfuncionario aseguró a Radio Cooperativa que en el MOP la situación “toda la vida fue así”, pero desde que asumió el actual Gobierno la corrupción “se desbordó”.

En este sentido, el exfiscal apuntó directamente al seremi de Obras Públicas, Henry Leal. “Llegó con una prepotencia y un ánimo de aumentar toda esta corrupción que ya existía”, acusó Ríos.

En esta arista se mueve el Ministerio Público. De acuerdo a lo señalado a La Segunda por el jefe de la Fiscalía de Alta Complejidad de la Región de La Araucanía, Héctor Leiva, “hemos estado revisando otras investigaciones relacionadas con el Ministerio de Obras Públicas en la región, con el objetivo de cruzar algún tipo de información que pudiera repetir algún tipo de patrón de conducta (…). Se trata denuncias que también maneja la Fiscalía de Alta Complejidad, que podrían involucrar a alguna de las mismas personas.

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