Chadwick: Sus días fuera de La Moneda
El murmullo de los manifestantes que circulan por la Alameda se oye claramente en La Moneda desde hace varias semanas y se ha vuelto, de alguna forma, un sonido familiar. Con ese eco de fondo, quienes trabajan cerca del Presidente Sebastián Piñera también se han habituado a escucharle una frase: “Voy a llamar a Andrés”. A 13 días del cambio de gabinete, el Mandatario continúa hablando con quien fuera su ministro del Interior por casi tres años -en sus dos gobiernos- y que aún permanece como su principal asesor. De eso no caben dudas en el gobierno.
Ambos, de hecho, se reunieron esta semana fuera de Palacio, cenaron y analizaron la compleja situación del país. Piñera -dicen fuentes del gobierno- sigue y seguirá confiando en la visión de su más cercano consejero, pese a su salida de La Moneda y a ser uno de los principales blancos de la oposición.
El final de la era Chadwick quedó sellado el viernes 25 de octubre, tras la denominada “marcha más grande de Chile”, que congregó a 1,2 millones de personas en Plaza Italia. El entonces jefe de gabinete conversó en privado con el Mandatario para confirmarle que su salida del gobierno era inminente.
No era la primera vez que lo hablaban.
Antes de la crisis social, que estalló el viernes 18 de octubre, Chadwick le había manifestado al Mandatario que estaba dispuesto a dar un paso al costado. Su imagen estaba dañada tras el caso Catrillanca y había liderado sin éxito un paquete de reformas institucionales anunciadas por el Presidente en su cuenta pública del 1 de junio. Cuando Chadwick sopesó la magnitud de la crisis entendió que no había vuelta atrás y que se requería un cambio significativo en el gabinete.
“Si he fallado pido disculpas, porque lo único que he querido es servir a mi país”, dijo Chadwick el lunes 28 de octubre, cuando dejó su cargo.
Desde ese momento, el ex jefe de gabinete ha permanecido buena parte del tiempo en su residencia en Vitacura. Ahí, junto a su familia y amigos más cercanos, ha monitoreado el difícil momento del país. Lo hizo el mismo lunes 28 cuando, sin invitación alguna, comenzaron a llegar diferentes figuras de Chile Vamos, como los parlamentarios UDI Patricio Melero y Juan Antonio Coloma, la ministra de Educación, Marcela Cubillos, y el senador RN Andrés Allamand. “Estoy tranquilo” -les dijo Chadwick ese día-. Pero a la vez muy preocupado por lo que pasa en el país”.
Dos días después, el miércoles 30, diputados de la oposición ingresaron una acusación constitucional que lo acusa de no tomar medidas para detener las violaciones a los derechos humanos mientras el estado de emergencia se mantuvo en vigencia. Su defensa la asumió el abogado Luis Hermosilla, amigo suyo desde hace 46 años. Desde entonces, ambos hablan y se reúnen casi todos los días.
Quienes conocen a Chadwick aseguran que hoy su principal objetivo es enfrentar la acusación -que él ha calificado, en privado, como “injusta”- y demostrar que nunca ha pasado a llevar la Constitución ni menos ha permitido que se transgredan los derechos humanos. Con este objetivo en la mira, ha estado reuniendo toda la documentación sobre su labor en Interior. En esa tarea lo ha estado ayudando su exjefa de gabinete y principal asesora, María José Gómez. Además, Hermosilla ha dispuesto un equipo de 10 abogados de su oficina a preparar la defensa.
Una voz influyente
Chadwick, dicen sus cercanos, ha seguido de cerca todos los acontecimientos que se han generado en medio de la crisis, ya sea por los medios de comunicación o a través de los llamados telefónicos que recibe desde La Moneda. Además del Presidente, otros ministros y subsecretarios se han comunicado con él.
Desde que Chadwick llegó a Interior en noviembre de 2012, el subsecretario de esa cartera, Rodrigo Ubilla, comenzó a formar una profunda amistad con el exministro. Aunque no se conocían, aprendieron a trabajar en conjunto, compartir equipos y generaron un lazo de confianza que los une hasta hoy. Ambos se comunican casi a diario.
Quien también se ha comunicado con Chadwick ha sido el nuevo ministro del Interior, Gonzalo Blumel, quien busca mantener el diseño de trabajo que había en Interior y por ello casi todo el equipo de Chadwick continuará en la cartera. Una de ellas será la periodista María José Gómez, quien si bien no seguirá siendo la jefa de gabinete del titular de Interior -labor que pasó a manos del abogado Pablo Prieto-, mantendrá un rol en el gobierno. Por estos días, está a cargo de realizar el informe que le será entregado al equipo del Alto Comisionado de Derechos Humanos que llegó al país la semana pasada para fiscalizar a las autoridades ante la crisis.
Emblema de la UDI
“Espero, Presidente, que Andrés Chadwick no sea una víctima sacrificial de la crisis que pasa el país. Está claro que la izquierda busca responsabilizar a alguien”. Frente a todos los parlamentarios de Chile Vamos que llegaron a La Moneda el viernes 8 para reunirse con el Mandatario, el diputado de la UDI Patricio Melero pidió que se defendiera la labor del exministro.
“Por supuesto, estamos preocupados por su situación. Nunca lo vamos a dejar solo”, respondió Piñera.
Fundador de la UDI y una de las figuras más cercanas a Jaime Guzmán, en el gremialismo están preocupados de la acusación al exministro y varios de sus parlamentarios realizan gestiones para que el libelo no prospere en la Cámara de Diputados. Por estos días, varios exdirigentes, diputados y senadores de la UDI se han comunicado con Chadwick para entregarle su apoyo. Una ocasión especial para hacerlo fue el sábado 2 y domingo 3, cuando varios militantes históricos llegaron hasta el funeral de Felipe Novoa, hijo del exsenador y expresidente de la UDI Jovino Novoa.
Sin embargo, en el gremialismo no son pocos los que ven con pesimismo el futuro de la acusación constitucional. Chadwick -señalan en la UDI- se ha convertido en un símbolo de la crisis, por lo que creen que la DC y otros parlamentarios opositores votarán en contra del exjefe de gabinete.
En el gremialismo, de todas maneras, aseguran que no permitirán que la figura de Chadwick sea opacada y buscarán todas las instancias para que el exministro siga siendo un referente para la política del país.
“Andrés Chadwick no solamente es muy querido en la UDI, él es uno de los fundadores y siempre ha estado cada vez que lo necesitamos. Siempre será y tendrá mucha influencia en el partido”, señala la presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe.
Diputado desde 1990 hasta 1998 por el entonces distrito 33, de la Región de O’Higgins, luego fue senador por la misma zona hasta 2012, cuando llegó a Interior en el primer mandato de Piñera. “Siempre tendrá un papel en la política chilena, pero ya no como parlamentario. Quienes lo conocemos, sabemos que será así”, dice un amigo de Chadwick.
Chadwick sabe que se avecinan días complejos. El próximo jueves 14 se cumple el primer aniversario del homicidio de Camilo Catrillanca, y el martes 26 de noviembre deberá estar disponible para declarar como testigo en el juicio oral que comienza en esa fecha. Por ello, deberá viajar a Angol, ahora como el ciudadano Andrés Chadwick, hoy fuera de La Moneda, pero no tan lejos del poder.